En Madrid, en recuerdo: Semana Negra de enero de 1977

La transición tenía un objetivo claro: mantener el poder en las mismas manos que había estado en vida del dictador Franco con su “atado y bien atado”: el núcleo fundamental del poder siguió estando al mando.

Por Redacción LQSomos

Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos;
la edad de la sabiduría y también de la locura;
la época de las creencias y de la incredulidad;
la era de la luz y de las tinieblas;
la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.
Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada”
Charles Dickens, Historia de dos ciudades

Este martes se ponía el cierre a los actos realizados en Madrid, iniciados el lunes 23 con el homenaje a Arturo Ruiz, en torno a la denominada “Semana Negra”, en su 46 aniversario. Homenajes para lxs asesinadxs en aquella semana de enero de 1977, dentro de la denominada “pacifica” transición, en los que han vuelto a sonar con fuerza las vocess de ¡Justicia!, de ¡Verdad!, de ¡Reparación!, para aquellos brutales crímenes de la violencia policial o de los pistoleros de extrema derecha, unos y otros convivían perfectamente.

El acto del martes 31 de enero, se ha celebrado en el Teatro del Barrio organizado por La Comuna De Presas y Presos del Franquismo.

A modo de rápido recuerdo…
La “Semana Negra” de Madrid fue una sucesión de asesinatos a manos de bandas parapoliciales y de la Policía Nacional que sucedieron entre el 23 y el 24 de enero:

23 de enero: Arturo Ruiz, un joven estudiante, es asesinado a tiros por varios ultraderechistas durante una manifestación en Madrid que pedía la amnistía para los presos políticos.

24 de enero: Mari Luz Nájera recibe el impacto en la cabeza de un bote de humo en la cabeza lanzado por la Policía Nacional y muere poco después. Participaba en una manifestación de repulsa por el asesinato de Arturo Ruiz.

24 de enero: Un comando de ultraderecha, ligado a la policía, entra en el despacho laboralista de la calle Atocha, 55 y asesina a cinco personas: Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez Leal, dejando cuatro heridos graves: Lola González, Luis Sarabia, Alejandro Ruiz-Huertas y Luis Ramos.

El acto fue presentado y conducido por el incombustible Carlos Olalla, actor, escritor, director, activista y siempre solidario, que dio paso a una performance sobre los sucesos, realizada por alumnos del Taller de Memoria del colegio Lourdes, unas interpretaciones que arrancaron los aplausos del público y que en menos de cinco minutos fueron capaces de resumir los impactantes sucesos. Siguió un mini documental  sobre la la Semana Negra de enero de 1977, que dio paso a las intervenciones-coloquio de Luis Suárez-Carreño, activista de La Comuna, quien realizó una introspección hacia aquella segunda mitad de los años ‘70’, un análisis crítico hacia el relato realizado de una transición pacífica. Mari Paz, activista también de La Comuna, abrió un debate con preguntas para Manuel Ruiz, miembro del Colectivo de Olvidados de la Transición y La Comuna, hermano de Arturo Ruiz; Anabel Santamaría, activista de la Asociación Vecinal Aeropuerto Participa, en el barrio donde vivía Mari Luz Nájera y testigo presencial de su asesinato en 1977; y Carlos A. Portomeñe Pérez, autor del ensayo “La Matanza de Atocha y otros crímenes de Estado. Anatomía de la transición”, quien ha dedicado 10 años de su vida al estudio de la masacre de Atocha y los acontecimientos de esos años. Durante el transcurso del acto el cantante Bernardo Fuster (Suburbano) interpretó varios temas de su repertorio, poniendo la siempre necesaria banda sonora de la historia, en este emotivo Homenaje.

El acto se cerraba con la lectura de un comunicado conjunto de diversas organizaciones, leído por Rosa García, activista de La Comuna, y que reproducimos a continuación:

46 Aniversario de la Semana Negra de 1977 ¡Por la Justicia!

MANIFIESTO CONJUNTO

El 23 y 24 de enero se cumplieron 46 años de los terribles asesinatos de los estudiantes Arturo Ruiz, Mari Luz Nájera y Serafín Holgado, los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides y Francisco Sauquillo y el administrativo Ángel Rodríguez, en lo que se conoce como la Semana Negra de Madrid. Apenas un mes antes, la policía había aporreado hasta la muerte, en otra manifestación a Ángel Almazán. Martín Villa era el ministro de Gobernación con el gobierno de UCD de Adolfo Suárez, que había sido nombrado directamente por el rey Juan Carlos I. Este personaje de las últimas décadas del franquismo era bien conocido por su labor en la persecución de sindicalistas y luchadores antifranquistas, particularmente desde su puesto en el Sindicato Vertical y como gobernador civil de Barcelona, años en que las bandas parapoliciales de extrema derecha tuvieron un auge extraordinario. Obviamente, estas fueron sus credenciales para formar parte de los gobiernos predemocráticos de Arias Navarro y Adolfo Suárez.

No fueron estos asesinatos los únicos que se llevaron a cabo durante los años 1976-1983: cerca de 40 personas dejaron su vida en las calles de Madrid luchando contra la dictadura y su continuación monárquica. Igualmente, en el resto del Estado casi 300 personas fueron asesinadas a manos de la Policía Armada, la Guardia Civil, las bandas fascistas y los grupos parapoliciales de las llamadas “cloacas” del Estado.

La transición tenía un objetivo claro: mantener el poder en las mismas manos que había estado en vida del dictador Franco con su “atado y bien atado”: el núcleo fundamental del poder siguió estando al mando. No hubo ninguna depuración en el Ejército, la judicatura, la Administración, las fuerzas de seguridad, etc. Tampoco en la estructura política, salvo la liquidación de algunos restos del franquismo que ya no servían como la Sección Femenina, las Cortes o el partido único, aunque la mayoría de sus integrantes se reconvirtieron en “demócratas de toda la vida” y encontraron acomodo en los nuevos partidos o en los Consejos de Administración.

Pero no pudieron con las ansias de libertad de la mayoría de la población, que desde la muerte del dictador había tomado las calles para seguir luchando contra la dictadura y para conseguir las ansiadas libertades democráticas tan largamente negadas. Las manifestaciones, huelgas y movilizaciones siguieron creciendo de forma imparable desde principios de los 70 y tuvieron su mayor auge a partir de 1976. En esta ocasión el vil asesinato de Arturo no impidió que al día siguiente miles de personas salieran a la calle para repudiar ese crimen de la dictadura. Igualmente, tras los asesinatos de la calle de Atocha 55, millones de personas salieron a manifestarse en todo el Estado.

Algunos responsables de los asesinatos de la Semana Negra fueron detenidos y juzgados; sin embargo, las sentencias fueron benévolas o no se cumplieron e, incluso, se les facilitó la huida a algunos de ellos como a José Ignacio Fernández Guaza y a Carlos García Juliá y no se investigó a los instigadores y protectores, como el torturador Juan Antonio Sánchez Pacheco (‘Billy el Niño’) y sus responsables jerárquicos. Por tanto, NO SE HIZO JUSTICIA. El Estado sigue en deuda con los familiares y con toda la sociedad democrática a quienes estos luchadores tan dignamente representan. Seguiremos recordándoles y exigiendo justicia.

Seguimos y seguiremos luchando para que estos asesinatos sean juzgados como lo que son: delitos de lesa humanidad, y que sus responsables se sienten en el banquillo de los acusados como lo que eran: miembros de las fuerzas represivas de un régimen fascista y criminal. Hasta ahora solo ha sido posible que una jueza argentina, María Servini, haya escuchado nuestras denuncias y querellas y haya abierto un proceso criminal contra Martín Villa por 12 asesinatos, entre ellos el de Arturo Ruiz. Esperamos que este proceso siga adelante y que el Gobierno del Estado español tome todas las medidas pertinentes para el buen desarrollo de esta causa criminal, mientras la administración de justicia y la Fiscalía del Estado español sigan haciendo dejación de sus funciones en la persecución y enjuiciamiento de los referidos crímenes.

¡HONOR A LAS LUCHADORAS Y LUCHADORES POR LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD!

¡VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN!

ORGANIZACIONES ADHERIDAS:
Acció ciutadana contra la impunitat del franquisme, Amical de les Brigades Internacionals de Catalunya (ABIC), Antifascistas Elsa Wolff, Arabako Errepublikar Ateneoa Eraiki – Ateneo Republicano de Araba, Archivo Guerra y Exilio (AGE), Asambleas Republicanas de Madrid, Asociación AFAMEVVA, Asociación de familiares del Memorial de Villanueva de la Serena (Badajoz), Asociación Atenea de la Guindalera, Asociación Cultural Loquesomos, Asociación de Familiares Víctimas del franquismo de la fosa 115 del Cementerio de Paterna, Asociación de Memoria Histórica y Democrática del Baix Llobregat, Asociación de la Memoria Histórica y Democrática de la Campiña Sur de Badajoz, Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, Asociación Fosa 128 de Paterna, Asociación Fosa Alcaraz, Asociación Marcos Ana, Asociación Memoria Histórica de Cartagena, Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera (AMECADEC), Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (AMECECA), Asociación Mesa de Memoria Histórica del distrito de Latina, Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón, Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Luesia – SIMIEN, Asociación por la Memoria Militar Democrática, Asociación pro-Derechos Humanos de España (APDHE), Asociación Sociocultural La Desbandá, Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad (ASRD), Asociación Viguesa pola Memoria Historica do 36, Associació Catalana ex presos Polítics del Franquisme (ACEPF), Associació Pro-Memòria als Immolats per la Llibertat a Catalunya, Círculo de Podemos de Salamanca-La Guindalera, Ciudadanos por la República de Cuenca, Colectivo Anemoi-militares republicanos antifascistas, Colectivo de Olvidados de la Transición, Colectivo Republicano Antonio Machado de Segovia, Comisión de Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña (CRMH), Comisión Memoria Libertaria CGT, Confederación General del Trabajo, CGT, Confederación Nacional de Trabajo (CNT), Coordinadora, Asociaciones Memoria Democrática del Pais Valencià, Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), Extremeños-Partido regionalista y coalición regionalista, Familiares de Marinos Vítimas do Franquismo na Base Naval de Ferrol, Familiares en Defensa del cementerio de San Rafael Málaga, Federación de Foros por la Memoria Histórica, Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Goldatu Elkartea, Iridia, Centre per la Defensa dels Drets Humans, La Comuna d’Asturies, La Comuna-asociación de presxs y represaliadxs por la dictadura franquista, Las victimas del fascismo de la Torre de Esteban Hambrán (Toledo), Martxoak 3 Elkartea – Asociación Víctimas 3 de Marzo de Vitoria-Gasteiz, Memoria Militar Democrática, Nueva Revolución, Parla Obrera y Popular, Plataforma 14 de Abril por la III República, Plataforma Ciudadana Salamanca, Plataforma contra la Impunidad del Franquismo, Plataforma por la Memoria Histórica del Valle del Tiétar, Plataforma suport querella argentina País Valencià, Plataforma Vasca contra los Crímenes del Franquismo, Reacciona-15M, Todos los niños robados son también mis niños, Irmandade do Dolmen, Vigo Antifascista.

ADHESIONES PERSONALES:
Anxo Padín, Carlos Babío, Cayetana Galbete, Efraín Alonso Palacio, Javier Porro Marcos, José Cañeque Riosalido, Juan Recio, Justa Montero, Ketty Méndez Santamaría, Lucila Aragó, Manuel Monge González, María José Barreiro López de Gamarra, Miguel Mulet, Montse Fajardo, Paqui Maqueda, Rafael Herguezabal, Soledad Gato Velasco, Willy Meyer.

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