El Partido Comunista creció en votos notablemente situándose de nuevo como segunda fuerza en sus mejores resultados desde 1999.
La formación liderada por Vladimir Putin concentró el 47 por ciento de los votos, sufriendo un significativo desgaste ya que en 2016 tenía el 54 por ciento.
El Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) obtuvo el 21 por ciento de los sufragios, lo que supone un ascenso importante teniendo en cuenta que en las pasadas elecciones, el partido encabezado por Guennadi Ziuganov se hizo con el 13 por ciento de los votos.
En tercer y cuarto puesto quedaron el Partido Liberal Democrático (PLDR), con un 8,7 por ciento, y Rusia Justa, con el 7,9 por ciento.
El programa de los comunistas
El Partido Comunista de la Federación Rusa se presentó a estas elecciones legislativas bajo el programa «Diez pasos hacia el poder popular«, que contempla un plan de choque con medidas como el fortalecimiento de las pensiones, una subida de 25.000 rublos (293 euros) del salario mínimo, limitar el pago de la vivienda y los servicios básicos al 10 por ciento de los ingresos familiares, un plan de nacionalizaciones para recuperar los recursos naturales y las industrias estratégicas arrebatadas por la oligarquía o una reforma completa y profunda de la Constitución.
Los comunistas proponen un plan para «recuperar el poder y devolver la propiedad al pueblo» y en su documento aseguran estar «dispuestos a construir una patria socialista y un país fuerte y justo».
NR
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