Las juntas militares de estos tres países del Sahel quieren librarse de la dependencia occidental y apuestan por organismos de integración propios.
Por Redacción NR | 10/07/2024
Tras su salida en el mes de enero de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), las juntas militares de Burkina Faso, Malí y Níger conformaron la Confederación de los Estados del Sahel (AES) el pasado fin de semana, 6 y 7 de julio, durante una Cumbre llevada a cabo en Niamey, la capital de Níger.
Estos países consideran que la CEDEAO es una organización títere de Francia (antigua potencia colonial) que se ha convertido en una amenaza para los estados miembros y los pueblos. ‘Vamos a crear una alianza de los pueblos, en lugar de una CEDEAO cuyas directivas e instrucciones le son dictadas por potencias ajenas a África’, afirmó el general nigerino Abdourahmane Tchiani.
Las actuales juntas militares llegaron al poder fruto de un proceso de frustración popular que se venía experimentando en la región durante años por un conjunto de problemáticas derivadas del intervencionismo de Francia y el auge en la zona de grupos armados extremistas vinculados a Al Qaeda gracias a la anarquía y el caos generado por la destrucción de Libia a manos de la OTAN en 2011.
Los dirigentes militares que se encuentran actualmente gobernando Burkina Faso, Malí y Níger, cuentan con un amplio apoyo de la población y se respira una sensación de liberación y de recuperación de cierta soberanía nacional.
Durante la Cumbre de Niamey, el general Tchiani decía ante los asistentes: ‘Hoy nos corresponde a nosotros hacer de la confederación de estados del Sahel una alternativa a todas las falsas agrupaciones regionales, construyendo una comunidad soberana de pueblos’.
Por su parte, Ibrahim Traoré, Presidente de Burkina Faso, aseguró que los ‘imperialistas ven a África como un imperio de esclavos’ y creen que ‘los africanos les pertenecen, nuestras tierras les pertenecen, nuestros subsuelos les pertenecen’. Además dijo que ‘el uranio de Níger ilumina Europa’, pero las propias calles de Níger ‘siguen a oscuras’. Una realidad, que ‘tiene que cambiar’, advirtió el dirigente burkinés.
La situación que denuncia Traoré es especialmente sangrante teniendo en cuenta que los países de la región cuentan con grandes reservas de diamantes, oro, uranio y litio que están siendo explotadas por multinacionales occidentales sin que la población local perciba beneficio alguno.
En el encuentro de Niamey, los presidentes Assimi Goita de Malí, Ibrahim Traoré de Burkina Faso y Abdourahmane Tchiani de Níger, firmaron acuerdos para dar luz verde a la libre circulación de mercancías y personas y para dar forma a un organismo económico regional que permita poner fin a la dependencia de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
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