A medida que la guerra se prolonga en Ucrania, las sombrías perspectivas económicas continúan provocando protestas en toda Europa.
Manifestantes en varios países europeos están tomado las calles exigiendo aumentos salariales y mejores condiciones laborales para hacer frente a esta crisis inflacionaria.
En Gran Bretaña, decenas de miles de enfermeras se declararán en huelga por primera vez, exigiendo mejores salarios a medida que se dispara el costo de vida.
La huelga convocada por este sector comenzaría antes de fin de año, sin precedentes en sus 106 años de historia.
Los representantes sindicales dicen que los salarios de las enfermeras se han reducido hasta en un 20% en términos reales durante los últimos 10 años, lo que ha dejado a los trabajadores en una situación complicada para alimentar a sus familias y pagar sus facturas.
Cientos de trabajadores en el Aeropuerto Heathrow de Londres se manifestarán en vísperas de la Copa Mundial de Fútbol en Qatar este mes por demandas de mejores salarios. Los 700 trabajadores harán una huelga de tres días a partir del 18 de noviembre.
En Grecia, los trabajadores realizaron una huelga general de 24 horas, que sacó a miles de manifestantes a las calles de Atenas y la ciudad norteña de Tesalónica. Se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
«Gano 900 euros al mes. Hasta que me paguen de nuevo, habré pagado mi hipoteca, mi recibo de luz y agua, y solo me quedarán migajas para sobrevivir», aseguraba un manifestante.
«No puedo pasar el mes. Es difícil llegar a fin de mes, llegar a fin de mes significa que tu salario durará hasta el último día del mes. Mi salario se agota después de los primeros diez días», afirmaba otro de los asistentes a la protesta.
En París, los viajeros se enfrentaron a retrasos debido a que los trabajadores del Metro convocaron una jornada de huelga. Varios sindicatos recientemente organizaron huelgas en diversos sectores en busca de aumentos salariales o un aumento de la contratación en medio de los costos de energía y la inflación generalizada.
«Animo a todos a movilizarse, a salir, y a lo mejor mañana tendremos que volver a ocupar las rotondas y no parar hasta conseguir estos aumentos salariales que son indispensables», argumentaba un huelguista en París.
Las protestas se producen en medio de un panorama sombrío en Europa, ya que la guerra en Ucrania y la política de sanciones y confrontación con Rusia tiene graves consecuencias en todas las economías de Europa.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado que las economías avanzadas de Europa crecerán solo un 0,6% el próximo año. También advierte que más de la mitad de los países de la zona euro experimentarán recesiones técnicas este invierno.
También se espera que Alemania, considerada la mayor economía de la UE, entre en recesión este año.
«La economía alemana se ha construido sobre energía barata, gas barato de Rusia, y este modelo de negocio se acabó. Así que Alemania tiene que producir energía renovable y luego volver a encarrilar su modelo de negocio. Pero esto llevará un par de años», dice Alexander Kriwoluzky, del Instituto Alemán de Investigación Económica.
Técnicamente, se considera recesión cuando al menos durante dos trimestres consecutivos se reduce la producción.
El próximo año, la producción y los ingresos de Europa serán casi medio billón de euros inferiores a las previsiones del FMI antes de la guerra en Ucrania.
Europa ha estado luchando contra el aumento de la inflación durante el último año, y la inflación alcanzó un máximo histórico del 10,7% el mes pasado.
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado tres subidas de tipos este año, llevando los tipos de territorio negativo al 1,5%. El elevado costo de la energía ha sido el principal impulsor de una mayor inflación en todo el continente en los últimos meses.
Press TV
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