A la muerte de la longeva reina de Gran Bretaña, el primer ministro de Antigua y Barbuda, el laborista Gaston Browne, anunció la convocatoria de un referéndum para convertir a su estado en una república, en los próximos tres años
Por Angelo Nero
Antigua y Barbuda es uno de los trece estados que forman la América Insular, situada en el mar Caribe, y que debe su nombre a dos islas, colonias británicas en las que la esclavitud persistió hasta 1939, sólo 28 años antes de que se convirtiese en estado asociado a la corona británica, en 1967. Aunque no fue hasta 1981, que esta pequeña nación insular obtuvo la independencia, permaneciendo dentro de la Commonwealth, y manteniendo, por lo tanto, como jefe del estado a la titular de la monarquía británica, Elizabeth II, a la que, recientemente, ha sucedido su hijo, Charles III.
A la muerte de la longeva reina de Gran Bretaña, el primer ministro de Antigua y Barbuda, el laborista Gaston Browne, al frente del gobierno desde 2014, anunció la convocatoria de un referéndum para convertir a su estado en una república, en los próximos tres años: “Este no es un acto de hostilidad ni ninguna diferencia entre Antigua y Barbuda y la monarquía, pero es el paso final para completar ese círculo de independencia, para garantizar que seamos verdaderamente una nación soberana”, declaró el líder del Antigua and Barbuda Labour Party, el partido socialdemócrata que ha dirigido los gobiernos de la nación insular desde 1951, excepto en los periodos 1971-1976, y 2004-2014, en los que pasaron a la oposición.
El relevo en la monarquía británica, después de setenta años, ha animado a otros estados de la Commonwealth donde la jefatura del estado sigue estando asociada a la antigua metrópoli, a comenzar a caminar hacia un futuro republicano. El primer ministro de Australia, el laborista Anthony Albanese, ya declaró su intención de que el mayor estado de Oceanía siga este sendero, y en noviembre de 2021, Barbados, otro estado insular del Caribe, todavía en vida de la reina Elizabeth II, se convirtió en república, nombrando presidenta a su antigua gobernadora general, Sandra Mason.
La abrumadora mayoría absoluta conseguida por Gaston Browne en 2018, y su partido, el Antigua Labour Party, que logró 15 de los 17 diputados de la Cámara de Representantes, atesorando casi el 60% de los votos, animó al primer ministro de Antigua y Barbuda, a plantear un horizonte republicano que siguiera la estela de Barbados, aunque reconociendo que no era una demanda importante entre la población: “Creo que la mayoría de gente ni siquiera se ha molestado a pensar en eso”, señaló. Pero basta que una idea se ponga encima de la mesa para que comience a abrirse el debate.
Además de Antigua y Barbuda, y Australia, el monarca británico también es el jefe del estado en 12 países más: Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucia, San Vicente y las Granadinas, Islas Salomón y Tuvalu. Gaston Browne cree que dejar atrás la monarquía es “un paso final para completar el círculo de la independencia para convertirse en una nación verdaderamente soberana”.
Este 18 de enero de 2023, los habitantes de esta nación caribeña han vuelto a las urnas, y el primer ministro laborista volvió a revalidar la mayoría absoluta para su partido, por tercera vez consecutiva, con la promesa de aumentar el salario mínimo, y de apoyar a las pequeñas empresas, pero también de retomar la conversión de su estado en una república. A pesar de la victoria, el gubernamental Antigua and Barbuda Labour Party, ha sufrido un fuerte retroceso, pasando de 15 a 9 diputados, con el 47% de los votos, mientras que el opositor United Progressive Party, liderado por Alister Thomas pasa de 1 a 6, obteniendo un porcentaje muy cercano al conseguido por el partido gubernamental, un 45%. La Democratic National Alliance, dirigida por la exdiputada y senadora Joanne Massiah, también entra en el parlamento con un escaño.
El Barbuda People’s Movement, de Trevor Walker, un movimiento secesionista de izquierdas que en 2020 presentó en el parlamento una solicitud de secesión y que tiene una amplia mayoría en el ayuntamiento de la capital de esta isla, conservó el escaño que ya había conseguido en las anteriores elecciones.
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela fue uno de los primeros en felicitar al reelegido primer ministro: “Venezuela aprovecha esta ocasión para manifestar nuestra voluntad de reforzar los lazos de amistad y cooperación, así como también continuar impulsando la integración regional, en pro de la construcción del Gran Caribe”.
En junio del año pasado, Gaston Browne instó a los líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom) de acercarse a Venezuela, en busca de ayuda ante el aumento de los costos del petróleo, a través de la iniciativa PetroCaribe, que inició en 2005 Hugo Chávez, y que permitía que “los países receptores pagaban durante 90 días un porcentaje dependiendo del precio en el mercado global y, el resto, durante un periodo de 25 años con un interés de un 1 % anual o, incluso, compensando parte con provisiones de bienes y servicios”. A la vez que el recién reelecto primer ministro de Antigua y Barbuda señaló: “Nos han amenazado que si hacemos negocio con Venezuela, nosotros también podríamos ser sancionados. Ante ello, le digo a mis colegas de la región que deberíamos acercarnos al Gobierno venezolano y que nos asista”.
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