Y tú de qué lado estás: Mujeres por la abolición

Entrevista a Mujeres por la abolición. Campaña #8M #YTúDeQuéLadoEstás

Teresa Domínguez


De cara al 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, la plataforma Stop Vientres de Alquiler ha lanzado una campaña con el hashtag #YTúDeQuéLadoEstás con el fin de visibilizar la realidad de los vientres de alquiler y cómo esta práctica ha de ser analizada desde una perspectiva no solo local, sino global, interpelando al gobierno de España para que cambie la legislación y frene de una vez por todas esta práctica aberrante que vulnera derechos humanos fundamentales.

Esta campaña cuenta con el apoyo y testimonios de algunas personas y colectivos vinculados con la lucha feminista contra esta forma de explotación. En esta ocasión, Nueva Revolución ofrece una entrevista realizada al colectivo Mujeres por la Abolición  con el objeto de contribuir a concienciar sobre la mal llamada maternidad subrogada, una práctica sin escrúpulos que socava la dignidad de las mujeres, y de menores y atenta contra los más elementales Derechos Humanos.

La plataforma de feministas radicales, abolicionistas del género, prostitución, pornografía y vientres de alquiler, son las creadoras de la campaña “Manifiesto Marcha Abolicionista” que tuvo su primera marcha el pasado 11 de mayo en Barcelona. Este año tienen convocada la segunda marcha el 9 de mayo en Madrid haciendo un llamamiento al movimiento feminista y a las organizaciones civiles y de los Derechos Humanos de las mujeres, para adherirse a este manifiesto y participar de las acciones organizadas contra toda forma de explotación.

¿Creen que  la mal llamada maternidad subrogada es una forma de violencia contra las mujeres?

Sin lugar a dudas. Desde Mujeres por la Abolición creemos firmemente que los vientres de alquiler es una forma de violencia contra las mujeres. Es explotación reproductiva y del cuerpo de las mujeres en situación de vulnerabilidad y también tráfico de menores, convirtiendo a estos en objeto de comercio.

Los defensores de esta práctica hablan de «voluntariedad», de «altruismo», de «generosidad», de «amor» por parte de las mujeres, ya que hacen felices a las personas que desean un bebé y no pueden obtenerlo de otro modo. ¿Que opinan sobre estas afirmaciones?

Es obvio que las mujeres, que supuestamente de forma voluntaria y altruista gestarian para terceros, no cubrirían la demanda (tal y como ocurre en Canadá o Reino Unido). Los que defienden el altruismo realmente buscan que se regule en más países (donde la mujer es más pobre y vulnerable) la modalidad comercial para abaratar «costes». Partiendo de la desigualdad estructural entre hombres y mujeres, en cualquier sociedad y especialmente en los países más pobres, no se puede argumentar que estas mujeres deciden libremente. No hay libertad en aquellas decisiones que se toman por pura subsistencia.

¿Piensan que con los vientres de alquiler se cumple el modelo tradicional y patriarcal de la familia?

Se usa la explotación reproductiva de mujeres para perpetrar el modelo patriarcal de familia  de padre y madre con hijas e hijos biológicos, e incluso personas homosexuales que buscan perpetrar el mismo modelo tradicional de descendencia.

¿Cómo afecta esta práctica a los derechos fundamentales de las mujeres y los menores?

Esto implica principalmente que un proceso tan inalienable como el de gestar y parir a una criatura puede verse, no sólo intervenido, sino secuestrado por un tercero. Estamos hablando de un retroceso en los derechos reproductivos de las mujeres y a la potestad del propio cuerpo. Asienta la idea de que las mujeres somos «activos explotables», especialmente aquéllas más vulnerables.

En el caso de las criaturas, implica que los bebés dejan de ser personas para ser mercancías. Los bebés dejan de ser sujetos de derecho para convertirse en objetos. Implica, simple y llanamente, dar luz al comercio de personas. En ambos casos estamos hablando de que lo que implica el alquiler de vientres es una flagrante violación de los DDHH de las mujeres y de las criaturas.

Los partidarios de esta práctica, incluso la industria, defiende que es necesario «regular» para evitar los abusos y la explotación. El mismo argumento que con la prostitución. ¿Cuál es vuestra posición respecto a esta afirmación?

No existen controles que aseguren que ninguna mujer vaya acceder a esta vulneración de sus derechos humanos por desesperación económica mientras haya un pago por su bebé y por todo su cuerpo durante más de 9 meses.

Y en el caso de los vientres de alquiler “altruistas”, son la forma de blanquear este crimen y además es una trampa para volver a poner el foco de la culpabilidad y la responsabilidad de la vulneración de sus derechos sobre la propia mujer.

Hoy en día, de hecho, se está utilizando este supuesto altruismo para legalizar en la Unión Europea la compra de bebés de las granjas de mujeres embarazadas de Ucrania.

¿Según vuestra opinión, qué derechos humanos se vulneran con los vientres de alquiler?

El negocio del alquiler de vientres vulnera los siguientes derechos humanos de las mujeres: el derecho a no ser discriminadas y a no ser explotadas en función de sexo, y el derecho a la dignidad.

También vulnera los derechos del menor a la protección, puesto que solo el parto determina la filiación, y separarlo de su madre lo sitúa en una situación de vulnerabilidad con respecto al resto de menores.

Muchos interesados en la regulación de esta práctica afirman que fomenta la igualdad para aquellos que no pueden ser padres o madres. ¿Podemos basarnos en la igualdad y la democracia para legitimar los vientres de alquiler?

La práctica del alquiler de vientres parte de la desigualdad: Una mujer pobre recurre a gestar para otros que sí tienen dinero. No se puede hablar de libertad cuando una decisión se basa en la necesidad y sobrevivencia. Tampoco puede darse en un sistema democrático, porque no hay igualdad ni libertad real de elección. El desequilibrio es tal, que se tiene que tratar como explotación y extractivismo que vulneran los derechos humanos de mujeres y criaturas.

Oferta o demanda. ¿Sin compradores de bebés, no existirían los vientres de alquiler?

Los vientres de alquiler existen porque existe una demanda. Sin demanda la oferta desaparece y las empresas que se dedican a comerciar con mujeres y a traficar con bebés, no tendrían cabida.

Penando a los compradores, a los traficantes y a las empresas que hacen de intermediarias, la demanda dejaría de existir y por lo tanto, no habría mujeres explotadas ni bebés comprados.

¿Cómo podría evitarse que los españoles realicen esta práctica en el extranjero?

Con una ley que impida y sancione el registro de esos bebés en España como hijos de esos «padres de intención», y eliminando el protocolo de inscripción del registro notarial.

¿Qué estrategia deberíamos seguir los colectivos feministas contrarios a esta práctica a nivel global?

El Movimiento Feminista debe posicionarse en contra de la explotación reproductiva de las mujeres y de la compraventa de bebés,  exigiendo a los Estados la prohibición de esta práctica que vulnera los Derechos Humanos de mujeres y menores de edad. Este posicionamiento y reclamo deben ser unánimes, claros y de carácter urgente.

Resulta imprescindible, y acuciante, la concienciación con respecto a esta cuestión, la formación en la materia de DDHH y la vulneración que los VdA suponen contra éstos desde los diferentes colectivos y asociaciones feministas (tanto de sus integrantes como del resto de la población), y la creación de una respuesta política y social acorde a la magnitud del problema ético que supone esta práctica misógina y esclavizante.

¿Cómo creen que podemos presionar a los organismos internacionales para que protejan a las mujeres y los menores?

Existen diferentes estrategias que ya usa el movimiento feminista, como presión en las redes sociales y manifestaciones. Concretamente, Mujeres por la Abolición vamos a convocar en 2020, por segundo año consecutivo la Marcha Abolicionista, también el segundo sábado de mayo, el día 9. Esta Marcha va a tener carácter europeo y su objetivo es la abolición de la prostitución, el porno y los vientres de alquiler.

«Las mujeres somos seres humanos, sujetos de derecho y no objetos o mercancías.»

La plataforma de feministas radicales Mujeres por la abolición tiene convocada la segunda marcha en Madrid y hace un llamamiento al movimiento feminista y a las organizaciones civiles y de Derechos Humanos. Pueden adherirse a este Manifiesto y participar de la segunda gran marcha abolicionista que tendrá lugar el 9 de mayo. Cómo dicen las compañeras, la prostitución y el alquiler de vientres son prácticas incompatibles con la igualdad, que vulneran los derechos humanos. «Las mujeres somos seres humanos, sujetos de derecho y no objetos o mercancías.«

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