
Toda esa mezcla entre las músicas de raíz atlánticas y las músicas urbanas hacen de nosotros un grupo muy difícil de encasillar, porque sabemos que sonamos a todo eso pero no nos define ningún estilo en particular
Por Angelo Nero
En mayo de 2009, un amigo músico me invitó a la presentación de un disco de una joven de Moaña, de la que ya escuchara hablar, en la antigua Sala A de Vigo. El disco “Pisando el suelo que ves”, lo escuché hasta memorizarlo, o más exactamente, hasta que alguien me lo quitó de las manos, pero lo recuperé y hoy, 14 años después, lo sigo escuchando cuando quiero escaparme del gris. Aquel fue un concierto inolvidable que me hizo vencer mis prejuicios sobre el hip hop, a pesar de que Wöyza, a lo largo de estos años, demostró que ella no venía para que le colaran ninguna etiqueta. La vi cantar en jam sessions con su alma más soul, y dirigir un coro de gospell, sin por ello renunciar a sus orígenes. Ahora presenta nuevo disco, en lo que parece confirmar que la música, para ella, es más cosa de clase que de estilos.
El proyecto The Galician Messenger nace en 2018, pero tuvimos que esperar hasta este verano de 2023 para tener el disco en nuestras manos. ¿Cómo surge este nuevo proyecto de Wöyza, y como fue ese largo camino, pandemia mediante, para que finalmente podamos disfrutar de este trabajo?
En 2018 me invitan a participar en el Festival Sufferfest de Frankfurt con el fin de representar a Galicia, así que me pareció una oportunidad idónea para formar una banda en la que podía mezclar aquellos sonidos de los que bebiera a lo largo de mi trayectoria artística. Entonces ya había colaborado con algunos músicos de folk, realizado giras con músicos portugueses, y compartido con otras escenas mi propia música, por eso era importante establecer conexiones entre eses mundos que para mi representaban a la Galicia cosmopolita donde me crié, en la ciudad de Vigo.
En el periodo anterior a la pandemia yo estaba viviendo en Madrid, y realmente este proyecto estaba en mi mente, a pesar de seguir con la línea hiphop y soul que ya venía haciendo en eses años. Con la pandemia, y de vuelta a casa, decidimos recuperarlo y poner en valor aquella primera aproximación de lo que hoy son los Galician Messengers.

En Galician Messengers, además de las texturas de soul y hiphop, que vienen acompañándote en tu trayectoria musical, se suman los ritmos y atmósferas que vienen con cada uno de los integrantes de la banda. ¿Quienes son estos músicos que te acompañan en esta nueva andadura, y cuales son sus aportaciones sonoras al proyecto?
Creo que el atractivo de esta formación es que todas y todos ellos vienen de tener una carrera de extensa experiencia en sus estilos musicales, como solistas o con bandas
High Paw es solista de reggae y en esta formación acompaña con el bajo y con coros, algo que no hiciera nunca antes, y que le suma valor al proyecto. María López fue cantareira y panderetera en el grupo Faltriqueira. David Outumuro es baterista en Eladio y los Seres Queridos. Jorge Juncal es teclista en formaciones de folk, como la de Anxo Lorenzo. Y Xulio Lorenzo es gaiteiro solista con varios albúms publicados y con gran reconocimiento mediático.
Para sumar artes, la coreógrafa y bailarina Yara Juncal, acompaña con sus movimientos mezclando tradicional y danza urbana.
Toda esa mezcla entre las músicas de raíz atlánticas y las músicas urbanas hacen de nosotros un grupo muy difícil de encasillar, porque sabemos que sonamos a todo eso pero no nos define ningún estilo en particular.
Ahora hay una cierta revolución trad en Galicia, capitaneada, además, por mujeres, como Tanxugueiras, o, más recientemente, Fillas de Cassandra, que están pegando fuerte entre la gente joven, pero a pesar que esta propuesta vuestra también tiene en su origen la música tradicional, parece que tiene poco que ver. ¿Que opinas de esa nueva onda trad, y que aporta de diferente vuestra apuesta por mezclar la música de raíz con ritmos más contemporáneos?
Pues la verdad, en el año 2020 escribí un artículo para un libro de una exposición que se hizo en la Cidade da Cultura, “Galicia Futura”, donde profesionales de distintas disciplinas como medicina, tecnología, cine, arquitectura… y música, de la que fui responsable, tratábamos de descifrar el futuro de nuestra música. A día de hoy, después de tres años, puedo decir que hice una predicción acertada. Puse la pandereta de elemento de conexión entre el mundo tradicional y moderno, y como elemento de liberación y feminizador de la música de nuestra tierra.

Me siento muy orgullosa, porque a pesar de que Tanxugueiras estaban comenzando a tener una carrera sólida en Galicia todavía no llegaran a participar en Eurovisión y Fillas de Cassandra o Berto non existían como tal. El proyecto de Galician Messengers va por otros lares. Nosotros buscábamos un sonido muy orgánico y la revalorización de todas las músicas hechas en Galicia, no solo la tradicional. La diferencia más notable es que no hacemos tendencia, no hacemos solamente música tradicional. “Wöyza” sigue siendo reconocible vocalmente, pienso, el trato de que esas músicas pasen por mi filtro, tanto en lo ideológico como en lo emocional. Se trata de compartir una visión de música gallega mucho más global y transversal. Nunca hice moda, y recibo con muchísima alegría que vuelvas a escuchar mis discos anteriores, y que te transporten, que sigan llegando a la gente. Pues lo mismo, lo más bonito de este trabajo es que compartimos un momento que tratamos que perdure en el tiempo y que sea eterno. La única manera de hacerlo eterno es no distorsionarlo con lo que hacen los demás y mantener la autenticidad y el corazón.
El disco con los Galician Messengers se abre con el luminoso “Campo estrelado”, donde hay una fuerte apuesta por eses ritmos tradicionales, con el protagonismo de la gaita de Xulio Lorenzo y de la pandereta de María Faltri, pero en el que se puede encontrar ese sello particular de las músicas que, en estos años, germinaron en tu voz. Creo que la canción que abre el disco fue compuesta fuera de nuestra tierra, en Madrid. ¿Querías volar con ella hacia esa geografía emocional donde anidaba tu morriña?
Cuando vivía en Madrid pasé muchísima morriña, incluso tenía alucinaciones auditivas con las gaviotas. Me levantaba e intentaba buscar el mar en mi ventana, pero nunca estaba, ni la brisa, ni el aroma. Así que entre la mezcla del afrobeat que adoro, la música portuguesa, caboverdiana, angoleña e incluso egipcia, pensé que tenemos mucho más de ellas de lo que reconocemos, ¿por qué no hacerlo en una música donde demostrar que tan real es esa aproximación? Así que llevé toda mi morriña al papel, haciendo un recorrido espiritual como una peregrina en mi propia tierra. Quería contarle al mundo como se ve, como se siente, y como late Galicia cuando vas hacia Compostela, ya que todos los caminos llevan a Santiago, y en todos los caminos vas a encontrar los secretos de esta tierra.
Llama la atención en vuestro disco la recuperación de una cantiga de Martín Codax, “Ay Deus se sab’ora meu amigo (Vou namorada)”, un trabajo case de etnografía que no debió resultar fácil para alguien que viene de una escena tan contemporánea como el hiphop. ¿Cómo es esta viaje desde la modernidad de los ritmos del presente, hasta la lírica medieval?
En el año 2017 Cristina Pato me invitó, o mejor, me retó, a ser la voz del concierto que se le dedicó a la bienvenida del Pergamino Vindel, por primera vez en Vigo. En ese momento me aventuré en una intensa investigación sobre las cantigas para poder interpretarlas bajo los arreglos de músicos como Anxo Pintos o Begoña Riobó. Confieso que lloré mucho, porque para cantar las cantigas a mi estilo (además todo está escrito para sopranos y yo soy contralto, eso es terrible!) pero al final la satisfacción fue mayor, siempre es mayor que el sufrimiento de parir. Cristina dejo a mi cargo una de las cantigas, “Ay Deus”, y después de musicarla de una forma que no me satisfacía 100%, un día por la mañana, a una semana del evento, desperté con una melodía y un ritmo muy Stevie Wonder, y comencé a tocar en el piano los acordes y surgió como si siempre hubiese existido. Muchos no verán a Stevie Wonder ahí, lógico, a veces hablo de algo más sensorial que explícito.
Desde “Pisando el suelo que ves”, a “Pelea”, recorriste ya un largo camino, peleando y creciendo a nivel profesional, sin dejar de pisar el suelo, consciente de la realidad social en la que vives. ¿Fue la música un vehículo para reivindicar las luchas que te importan?
Siempre. La música es el nexo de conexión entre el mundo y yo, y entre yo y el universo.
La palabra, mi filosofía de vida, mi visión condicionada, la única manera que conozco para transcender más allá de mi cuerpo..
Los pies en el suelo, la mente en el foco y el alma en el cielo.
“Cain as follas” es un poema de Uxío Novoneyra versioneado por Emilio Cao, pero tu le das una vuelta para revestirlo de tu particular mirada musical, en la que tienen mucha presencia los coros, que nos llevan a la época en la que experimentaste con el gospell, pero también nos invita a través de tu voz y de la flauta de Xulio Lorenzo a las tierras de O Courel. ¿Cómo afrontaste el reto de hacer tuyos los versos de Novoneyra y hacer una versión tan mágica como la que nos presentas en este disco?
Fue un regalo. La familia Novoneyra y yo tenemos una amistad labrada en el entorno de la música. Desde pequeña me asombró la obra de Uxío, pero la verdad, en mi juventud no lo entendía, escribía en un gallego “extraño”. Ahora bien, pasados los años, incluso estando en O Courel, cada palabra, cada verso, cogió un profundo significado para mi. “Cain as follas” es la prueba de mi propio crecimiento artístico y por supuesto personal.

En este trabajo también aparecen dos remix de “Campo estrelado”, y de “Vou namorada”, de las manos de Marta Toro y de Músculo!, donde eses temas son remezclados en clave de electrónica, house e dub, con una invitación implícita al baile. ¿Cómo surgieron esas colaboraciones y porque decidiste incluirlas en el disco?
Me fascinas los remixes! Que otros o otras artistas reinterpreten mis canciones es superinteresante y aperturista. Marta Toro y yo nos conocemos hace unos 20 años y a pesar de que trabajamos juntos muchas veces, esta fue la primera la primera versión de “Campo Estrelado”, por supuesto algo más tipo boceto, así que la original tocada por los Messengers sería una versión de una versión anterior a este remix, entonces, ¿cómo no iba a estar? Y con Músculo! Fue un enamoramiento como dice la cantiga. Tocamos con ellos en el Wild Fest en Vigo el año pasado y hubo mucha química, ya que todos estábamos disfrutando muchísimo de su show. Al final intercambiamos impresiones y unos días más tarde ya estábamos trabajando en el remix. Súper fácil trabajar con Álvaro y Raúl, la verdad que nunca imaginaría un estilo así para un tema mio, pero dieron en el clavo.
Para cerrar el disco rescatas “Tempo de Muller”, un tema que ya aparecía en tu primer trabajo “Pisando el suelo que ves”, y que ya tiene más de diez años, pero que, sin embargo, sigue sonando muy actual. Ahora, más que nunca ¿es necesario cantar, gritar, que son tiempos de mujer?
Ese fue el motivo por lo que lo recuperé. Ese tema fue escrito en el año 2006. El feminismo consiguió hacerse respetar y cambiar el pensamiento de muchas personas, crear conciencia y admitir la misoginia que padece parte de esta sociedad actual. Pero vemos que los demonios y las visiones patriarcales tienen mucha necesidad de seguir imponiendo, invalidando y pisoteando nuestros derechos y libertades. Por esos “Tempos de muller” es un canto para la sociedad, para todos, para recordar que no vivimos en un segundo plano. Te das cuenta cuando estudias ciencia, historia, música o filosofía… casi no hay referentes femeninos, este es el momento de crearlos, por eso son tiempos de mujer.
Junto con María Faltri, participas en el documental “Acordamos”, producido por el Departamento de Memoria Histórica de la Diputación de Pontevedra, en el que hablas de tu propia Memoria familiar y de esa Memoria colectiva que desde diversas instituciones y partidos ahora quieren cercenar. ¿Que te llevó a participar en ese proyecto y como surgió ese reivindicativo “Ruxe”?
Cuando Uxía Senlle me invitó a formar parte de la B.S.O del documental me hizo mucha ilusión, ya que vi la oportunidad de homenajear a mis antepasados y a Moaña. Fue un proceso de investigación y de introspección. Quería crear una canción que bebiese de lo tradicional, de la verdad y de la justicia, pero que en estructura y género estuviese vinculado a mi estilo personal y a la actualidad. Por eso la base musical prácticamente está creada con voces y palmas, yendo a lo más básico, representando el poder del pueblo y la dureza. La letra reivindica la historia de la Moaña marinera de la pre-guerra civil y durante. Elegí el «ruxir» del mar como elemento de fuerza, como guardián de los secretos de aquellos que padecieron la crueldad del franquismo en sus familias.
Para terminar, quisiéramos saber en que escenarios sonaron, hasta ahora, la música de Wöyza and The Galician Messengers, cual fue la respuesta que os transmitió el público, y que fechas tenéis delante para este año.
Hasta ahora, desde Frankfurt hasta Castrelos, en Vigo, o el Son do Camiño, todos los escenarios fueron una experiencia única, y es cierto que no tuvimos una gira apretada, pero es difícil contar con todos, porque los integrantes forman parte de otras bandas que también están en gira. Ahora bien, lo que te puedo decir es que todos somos muy felices cuando tocamos juntos, que hay mucha admiración con unos y con otros y que el público lo percibe. Cuando bajamos del escenario muchas veces nos comentan que radiamos felicidad. Que bonito resulta.
Nuestro próximo concierto será el viernes 29 septiembre, en el CC Vialia, Vigo, a las 19:00 h, y con entrada libre. Allí os esperamos!!!
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Web de Wöyza https://linktr.ee/woyza
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