A los que juegan a maximizar los beneficios económicos no les preocupan las condiciones de vida o la salud de las personas que intervienen en el proceso; tampoco les preocupa la contaminación o el calentamiento global.
Son los hijos e hijas de Palestina, nuestros hijos. Neguémonos activamente a continuar esta masacre. Nos va la humanidad, la decencia, nuestra propia identidad en esa lucha contra la barbarie.
Israel está utilizando un programa de inteligencia artificial denominado “Lavender” para elaborar una lista de sujetos que serán víctimas de asesinatos selectivos en Gaza.
Quienes hayan pensado que la globalización nos iba a traer un mundo mejor y que los intercambios comerciales y las nuevas tecnologías harían un mundo feliz que en lugar de las armas utilizaría el diálogo estaban muy equivocados.
Cuando el valor de la vida de un ser humano se mide por su estatus económico y social y no por sus capacidades y valores humanos, la sociedad está enferma.
El modelo de agricultura industrial y toda la industria petroquímica que necesita para sostenerse es imposible de mantener porque emite gases de efecto invernadero y contribuye al cambio climático, que a su vez tiene consecuencias catastróficas para la producción de alimentos.