Por Mª Ángeles Castellanos Valverde Cuando hoy te sientes a comer piensa que lo que pongas en tu plato y cómo lo pongas puede cambiar el mundo. Si consideramos que la tarea de “dar de comer”
Hay que atender a las personas que a día de hoy ya están en situaciones de pobreza, pero sin convertir la pobreza en un negocio o en un elemento precarizante del empleo
A nadie se nos escapa que son las mujeres las que tienen más problemas para acceder al empleo y a salarios dignos, pero si se casan, en nuestro ejemplo, el Estado les premia con 1.500 euros.
Poner la vida en el centro también pasa por reconocer social y económicamente el valor de los cuidados, cubrir muchos de ellos desde el ámbito público con servicios públicos de calidad y fomentar la corresponsabilidad entre hombres, mujeres, empresas y administraciones.