“Tenemos tres opciones: convertirnos en ciudadanos de Azerbaiyán, marcharnos o superar esta situación. Esta es la lucha por la vida, debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance”.
Los suministros se están agotando en Artsakh. Las tiendas de comestibles están cerrando gradualmente. Las tiendas de verduras no tienen más que cajas vacías de productos agotados. Los estantes vacíos en los supermercados están acumulando polvo.
Los funcionarios azerbaiyanos introdujeron nuevas demandas: que se permita a Azerbaiyán establecer sus propios puestos de control fronterizo y aduanero en el Corredor Lachin, la única carretera que conecta Nagorno-Karabaj con Armenia y el resto del mundo.