Lilit Shahverdyan

Bakú había estado presionando desde julio para que Nagorno-Karabakh fuera abastecido desde el lado azerbaiyano. Esa propuesta fue bien recibida por la UE, que media en las conversaciones de paz entre Armenia y Azerbaiyán, pero se opusieron firmemente los armenios de Karabakh, que la vieron como una legitimación del gobierno azerbaiyano.