“libros que hacen”, como primera aproximación, serían los siguientes: el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, El socialismo utópico y el socialismo científico de Engels, el resumen de Deville de El capital de Marx, El programa socialista de Kautsky.
la inmensa mayoría de los que adquirían libros o folletos por conducto de El Socialista eran compañeros que buscaban conocer bien las teorías socialistas.
El Comité Nacional de la Federación de las Juventudes Socialistas buscaba proporcionar medios para que los jóvenes trabajadores pudieran adquirir “sólidas bases de cultura”, como medio imprescindible para realizar la labor de propaganda socialista.
La Falange tenía un discurso populista, con tintes sociales, propio del fascismo y proporcionó unas bases ideológicas, así como apoyo social a la sublevación.
En las elecciones del otoño de 1933 la CEDA obtuvo 122 escaños pero no consiguió que Alcalá-Zamora encargase a su líder la formación del gobierno, ya que temeroso de la reacción de la izquierda, llamó a Lerroux para formarlo.
Entre 1917 y el golpe de Miguel Primo de Rivera se sucedieron hasta doce gobiernos, destacando como presidentes del Consejo de Ministros el liberal García Prieto y el conservador Antonio Maura.
Al margen de los partidos políticos se vivió una intensa actividad en pro de una alianza de toda la izquierda: comités a favor de la amnistía, de ayuda las víctimas de la represión, mítines, fiestas unitarias.