existe una estructura orgánica muy jerarquizada, con muy poco margen de maniobra, donde no existen primarias y donde todo viene dado por la dirección central, con poco espacio para la alternativa y para la crítica.
A mucha de la gente que decide votar a Vox le preocupan los derechos laborales, la sanidad o la educación, y no están a favor de privatizaciones o de subidas impositivas injustas.