El 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999, para celebrar la promulgación de la Ley 9.143 el 23 de septiembre de 1913 en Argentina, la primera norma legal en el mundo contra la prostitución infantil.
Por Teresa Domínguez
Mi amiga Kamila Ferreira, superviviente del sistema prostitucional, ha sido fruto de todas las formas de violencia posibles en este mundo. Ahora dedica su tiempo libre de manera voluntaria y desinteresada en erradicar, prevenir y sensibilizar frente al terror que vivió, reivindicando pueblos libres de violencia machista por todos los rincones de nuestro país e incluso fuera de él. Su auditorio son principalmente mujeres, y habría que preguntarse por qué estos temas no interesan a los hombres.
Ferreira, que es brasileña de nacimiento, de las favelas, es muy apasionada, habla de sus cicatrices, las detalla y casi las puedes sentir, fisuras en su cuerpo, cicatrices de su alma. Brava y directa Kamila, que no es su nombre verdadero, cuenta que fue violada desde los tres años por su propio hermano de catorce. Maltratada y vendida como «niñera» por su propia familia, que ella llama proxeneta. Esa fue la edad en la que dejó las favelas, solo era una niña, una niña rota, para pasar a manos del sistema prostitucional, porque las niñas son las más cotizadas. Por entonces ya empezó a ser violada por decenas de hombres al día. Ella no los llama hombres, ni siquiera puteros, ella los llama violadores prepago. Kamila Ferreira fue 30 años prostituida por clubs y casas de Chile, México y luego en España. Lo cuento tal y como ella me lo contó.
Pero ahí no queda la cosa, Kamila, que no me canso de repetir su nombre, por todas las Kamilas, Sarah, Sonia, Grace, Lorena, Vanessa, Calol, Delia, Samira, Amelia, Avas del mundo, que luchan por una sociedad más justa e igualitaria, las supervivientes del sistema prostitucional, que se alegran por el rumbo esperanzador que algunas entidades políticas y administraciones públicas van tomando en sus propósitos y compromisos respecto al abolicionismo de la prostitución, y saben mejor que nadie, como han demostrando expertos y expertas, que la prostitución y la trata son una de las mayores violencias que puede llegar a padecer una mujer o una niña, como afirman ellas mismas en su manifiesto: «la prostitución es un atentado a las libertades más básicas y una violación a los derechos humanos de las mujeres y niñas.«
Tienen claro que:
«El consumo y la demanda de prostitución es una práctica universal entre los varones diseñada para violar, someter y dañar sexualmente a niñas y mujeres previo pago y en este aspecto nuestra sociedad se desluce por completo, pues somos el mayor consumidor en Europa de prostitución y uno de los destinos más habituales de la trata con fines de explotación sexual.«
Por esa misma razón afirman sin ningún tipo de cortapisa, que nuestra sociedad es cómplice de esta brutal violencia, «ya que siempre ha sido conocedora de la existencia del sistema prostitucional y lejos de tratar de abolirla la ha justificado y sostenido con argumentos de una misoginia aplastante.«
Porque no hay nadie mejor que ellas, las supervivientes, las que lo han vivido directamente, las que han sido traficadas, las que son las verdaderas expertas de las situaciones de las mujeres en prostitución, las que entienden las dificultades que implican no solo salir de ésta, si no también las dificultades a las que se enfrentan para no volver a ser víctimas del sistema prostitucional que encuentra, en la precariedad de todas las mujeres y jóvenes, la fuente donde nutrirse para seguir ofreciendo el cuerpo de mujeres y niñas a los varones de nuestra sociedad y del extranjero.
Y exigen al Gobierno que el camino es la abolición, como ya ha dejado claro el Parlamento Europeo y exigen medidas contundentes en este Manifiesto para la restauración de las víctimas del sistema prostitucional.
La incongruencia llega cuando este Gobierno que pretendía ser tan feminista, tiene la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (LOASP) elaborada por la Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución aparcado, dormido en un cajón, mientras el Parlamento Europeo apostó el 14 de septiembre por una Europa libre de prostitución. Porque no es un asunto de izquierda o de derecha, es un tema de «puteros, proxenetas y dinero», un asunto de democracia y dignidad, de derechos humanos.
La prostitución es violencia contra las mujeres y las niñas y es la puerta a la trata. Y seguimos queriendo un mundo libre de violencia contra las mujeres. Mientras tanto, organizaciones supuestamente de Derechos Humanos como Human Right Watch, o Amnesty, califican de «peligrosa resolución» la adoptada por dicho Parlamento. Muchos de la supuesta izquierda progresista española, se abstuvieron de votar un sencillo documento a favor de dignidad mínima de mujeres y niñas en Europa, e incluso hubo quieres votaron en contra. Así seguimos las mujeres, pero lo que es peor, así seguís los hombres. Pensando que pueden comprar a mujeres y niñas. Penetrarlas por todos los agujeros de su cuerpo a cambio de dinero.
Y señores, ya va siendo hora de que cambiéis el chip. Que las mujeres somos seres humanos, con los mismos derechos y dignidad que vosotros. Eso me trae a la cabeza en qué clase de sociedad vivimos, qué clase de educación puede dar un putero en su casa, a sus hijos, o un progre que defiende la prostitución como trabajo.
Pienso en las últimas noticias de agresiones sexuales, incluso en la red, en la que suceden casos como el de chicos entre 12 y 14 años creando falsas imágenes que simulan desnudos de más 30 niñas compañeras suyas, conocidos, justificándose, algunas extorsionadas, comentarios de terceros quitando hierro al asunto, la niña de 6 años agredida sexualmente por 3 niños de 6 años, sucedió en varias ocasiones, la dejadez del colegio, la cantidad de violaciones grupales, o individuales, el aumento de las violaciones, el peligroso consentimiento viciado, la bajada de penas, la prostitución y el porno justificado por partidos políticos, la falta de coeducación en las escuelas. En qué clase de mundo vivimos, a qué clase de sociedad aspiramos.
Texto del Parlamento Europeo que aunque básico y aprobado, se ha encontrado con votos en contra y abstenciones de personas supuestamente de izquierdas, progresistas, y defensores de los derechos humanos. Porque que vote en contra VOX, no me extraña, pero que gente de izquierdas vote en contra o se abstenga, me hace pensar que nos faltó la guillotina en su momento. Hoy, políticamente, las mujeres estamos huérfanas. Ojalá más pronto que tarde, tengamos opciones abolicionistas reales en las urnas.
Extracto:
«que la gran mayoría de las personas que ejercen la prostitución son mujeres y niñas y los compradores de sexo son mayoritariamente hombres6; que, en este contexto, la prostitución no solo es perjudicial para las mujeres que la ejercen, sino que también aumenta aún más las desigualdades entre mujeres y hombres; que, por consiguiente, la prostitución, su explotación y la trata con fines de explotación sexual constituyen tanto una causa como una consecuencia de las desigualdades de género».
«Señala que la prostitución no es un acto individual de una persona que alquila su cuerpo por dinero, sino que se trata de un sistema organizado con fines lucrativos, un sistema intrínsecamente violento, discriminatorio y profundamente inhumano que funciona como un negocio y crea un mercado, en el que los proxenetas planifican y actúan para asegurar y aumentar sus mercados y en el que los compradores de sexo desempeñan un papel fundamental para incentivarlos».
«Condena la realidad de la coacción, la manipulación, la violencia y la explotación en la prostitución, y señala que la falta de conocimientos lingüísticos de las mujeres y los menores, así como sus vulnerabilidades y condiciones precarias, se aprovechan para que estas personas entren y permanezcan en la prostitución; reconoce que la prostitución está vinculada a una violencia estructural a la que las mujeres están expuestas de forma desproporcionada y que a menudo crea situaciones de vida precarias que empujan a las mujeres y a las niñas a la prostitución».
«Señala que la prostitución y la trata de personas con fines de explotación sexual existen porque hay demanda; subraya que, además de abordar la vulnerabilidad de las posibles víctimas y perseguir a los tratantes y facilitadores, entre otros, la reducción de la demanda constituye un instrumento esencial para la prevención y la reducción de la trata de seres humanos, ya que se dirige a los incentivos financieros…»
Kamila también fue víctima de la explotación reproductiva, «tradicional», fue violada por un cliente, que la eligió para que se quedara embarazada, a la manera «convencional», con penetración, a lo cuento de la criada. Fue escogida para un amigo de su proxeneta, quien le arrebató a su hijo nada más nacer. Ella quiso quedarse con su bebé pero este hombre le dijo, «Una puta como tú ¿Cómo va a ser madre?” y se lo llevó, no sin antes amenazarla si intentaba buscarlo.
Pero el destino quiso que ese hijo años después fuese quien la buscara. Se puso a investigar gracias a una foto que encontró en su casa, una foto de su propia madre cuando era joven, con el nombre verdadero y la dirección de Brasil. Que su padre guardó, no fuese que algún día por salud la necesitase. Ya se sabe, hombre precavido, vale al menos «un riñón de puta» (Hijo de putero, nunca a mejor dicho). Y allí que fue a buscarla. A partir de ahí su hijo, empezó a hilar, y averiguó que sus padres, en realidad eran sus abuelos, que su hermano, era en realidad su verdadero padre, y que su madre era una mujer prostituida brasileña. Leonardo que así se llama el chico, se puso en contacto con la hija pequeña de Kamila, su hermana, por las redes, y Kamila espera poder enfrentar pronto el momento del reencuentro.
Un Gobierno que se declara abolicionista no puede mirar hacia otro lado ante los distintos métodos de captación y la actividad criminal de los proxenetas vestidos de empresarios. Un Gobierno, un partido, un político, o una persona que compra el mito de la libre elección, es cómplice de lo que sucede a estas mujeres y niñas, porque a estas alturas la trata y la prostitución son dos realidades indisociables.
En tiempos de paz, los hombres buscan violar, buscan la prostitución, les da lo mismo, si son legales o ilegales, solo quieren carne fresca, violan a mujeres, a jóvenes, a niñas. En conflicto, violan también a ancianas, y a niñas pequeñas frente a sus madres, incluso a bebés de pocos meses. En algunos casos, violan con pistolas y barras de metal. Las mujeres moribundas son violadas. Se trata de poder, no de sexo.
«¿Qué sentido tiene contar lo que me pasó? Nadie podrá ayudarme y nadie podrá encontrar a quienes me agredieron. Nadie los va a castigar» víctima. Extraído del informe «La violencia sexual relacionada con el conflicto armado en Ucrania»; Naciones Unidas.
Se acabó callar. Gracias a todas valientes las supervivientes del sistema prostitucional. Gracias por su trabajo y su activismo.
Teresa Domínguez
«No seré una mujer libre mientras haya mujeres sometidas»
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