Este 30 de diciembre la oposición derechista venezolana decidió poner fin al «experimento Guaidó». Una mayoría votó a favor de la disolución de lo que ellos mismos autodenominaron como «gobierno interino» y que nunca llegó a administrar el país.
Por Oriol Sabata
Con 72 votos a favor, 29 en contra y 8 abstenciones, quienes en otro momento apoyaron a Juan Guaidó, decidieron poner punto y final a esta aventura golpista. Una farsa política que comenzó en el año 2019 y que contó con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.
La oposición justificó este cambio de posicionamiento argumentando que se requieren «nuevos instrumentos en esta lucha» y que el mandato de Guaidó, que debía ser algo temporal, se convirtió en «perpetuo».
Por su parte, Guaidó consideró que esta decisión termina con la unidad opositora y que supondrá un fortalecimiento para el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. “Hoy hemos saltado al abismo y renunciado a una herramienta importante en nuestra lucha”, aseguró.
La realidad es que a pesar de la presión diplomática de Washington, la imposición de sanciones económicas, las protestas callejeras opositoras y un fallido golpe de estado, Maduro salió airoso. Aquellos países que optaron por cuestionar la legitimidad democrática de la República Bolivariana chocaron con la fortaleza mostrada por el gobierno y su base militante, y de manera gradual, terminaron reconociendo su administración y dando la espalda al gobierno ilegítimo encabezado por Guaidó.
Durante el transcurso de ese periodo, representantes de la Unión Europea llegaron a exigir a Maduro el reconocimiento del «gobierno interino» y la convocatoria de elecciones anticipadas. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, lanzaba un mensaje en redes sociales en el que esperaba que «toda Europa» se uniera en apoyo a las «fuerzas democráticas en Venezuela».
La Cancillería venezolana contestó en un comunicado que el estado venezolano no admitiría «injerencias o pretendidos tutelajes externos de ninguna naturaleza». Algo, que, a tenor de los recientes acontecimientos, parece haberse cumplido.
En 2019, tras la autoproclamación presidencial de Guaidó en una plaza de Caracas, el presidente Nicolás Maduro aseguró desde el Palacio de Miraflores que solo el pueblo elige al líder de Venezuela.
Para vergüenza de quienes vivimos y compartimos en este triste y poco soleado espacio ético llamado españa el mamporrero monclovita Pedríto Sánchez le dió 8 días a Nicolás para que se largará y su sitio fuera ocupado por su «amigo ideologíco» Juan Guaido el alimaña….