El Bloque Nacionalista Galego ha presentado en el Congreso una proposición no de ley para reconocer como víctimas del franquismo a las mujeres internadas en el Patronato de Protección a la Mujer.
Por Lucio Martínez Pereda | 12/03/2025
El PSdeG en Galicia no ha tenido ninguna iniciativa importante para dotar de vigencia activa a la última ley de Memoria Democrática, hasta tal extremo que el votante de izquierdas en Galicia le cuesta diferenciar en el ámbito de los resultados prácticos entre las posturas del Partido Popular y los socialistas gallegos. En las pasadas elecciones gallegas una ola de optimismo se extendió entre los votantes gallegos: se creía posible un gobierno de coalición de izquierdas que retirase del poder al Partido Popular. Pero el resultado final defraudó esa esperanza. En las elecciones autonómicas de Galicia de 2024, el PSdeG-PSOE quedó en el tercer puesto, logrando su peor resultado histórico con 9 diputados y un 14% de los votos. Una de las razones de ese fracaso se sitúa en una visión muy arraigada en la opinión pública: los socialistas en Galicia no consiguen, ni tan siguiera intentan, diferenciar sus propuestas políticas de las realizadas por el PP, y uno de los aspectos donde se evidencia esa similitud es en la Política de la Memoria Democrática. El Bloque en cambio si ha sabido articular este espacio de proposición política. Veamos un caso concreto.
El Bloque Nacionalista Galego ha presentado en el Congreso una proposición no de ley para reconocer como víctimas del franquismo a las mujeres internadas en el Patronato de Protección a la Mujer, una institución represiva de la dictadura franquista que estuvo activa hasta 1985. La iniciativa busca rehabilitar y dignificar la memoria de estas mujeres, que fueron represaliadas por su actividad política, sindical, intelectual o por conductas consideradas inmorales bajo los estrictos valores ultracatólicos del régimen nacional católico franquista.
El Patronato, creado en 1941, se convirtió en un instrumento de represión moral, explotación laboral y control social internando a jóvenes por denuncias familiares, redadas policiales o decisiones judiciales. Las internas sufrían humillaciones, castigos físicos, trabajos forzados sin remuneración y adoctrinamiento religioso. Algunas fueron recluidas por razones como adulterio o aborto, mientras que otras, como lesbianas o mujeres rebeldes, eran enviadas a psiquiátricos.
El BNG reclama acceso a archivos históricos para investigar estas vejaciones y recoger testimonios de supervivientes. Además, pide aplicar la Ley de Memoria Democrática para garantizar reparación pública y justicia para estas mujeres invisibilizadas durante décadas.
El Bloque reclama que se otorgue a estas mujeres la condición oficial de víctimas, destacando que la Ley de Memoria Democrática de 2022 no las incluye explícitamente como tales, a pesar de la duración y extensión de la represión sufrida. La propuesta insta al Gobierno a colaborar con las comunidades autónomas para facilitar el acceso a documentación dispersa en archivos: Diputaciones Provinciales, Archivos Históricos Provinciales y congregaciones religiosas, y a promover estudios sobre esta larga m extensa y poco conocida forma de represión patriarcal.
El BNG subraya que el Patronato fue una de las instituciones más represivas y crueles del franquismo, pero este hecho sigue siendo muy poco conocida por la sociedad española. Lamenta la escasez de estudios sobre esta estructura represiva y reclama visibilizar a estas mujeres en su doble condición de víctimas y defensoras de valores democráticos. La proposición del Bloque está en una fase inicial tras su registro parlamentario este febrero. Su debate está previsto en la Comisión de Igualdad del Congreso. La iniciativa refleja una estrategia por parte del BNG para incorporar una perspectiva de género hasta ahora ausente en las políticas de memoria democrática.
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