Las fuerzas de los recortes, los medios de la derecha y el PP intentan aprovechar unas movilizaciones, que en definitiva son contra ellos, para revolverlas contra el gobierno, pero es mentira.
Adrián Ramírez Rodríguez
Es inevitable que vaya donde vaya uno escucha la frase “es que somos un país que solo sale por el fútbol”, “no no movemos por nada”, “tendríamos que aprender de Francia”. Todas estas frases, a parte de manidas no corresponde por la realidad. Antes de la pandemia la media de movilizaciones y huelgas era de 5 al día. Es decir cada día teníamos 5 movilizaciones diferentes. Y no es un anhelo del pasado, porque ahora se viene un diciembre calentito. Prácticamente no hay sector en el que no haya movilizaciones o no estén anunciadas para las próximas semanas. Obreros, agricultores, ganaderos y trabajadores del campo, transportistas, trabajadores de la sanidad pública, protestas contra la subida de la luz o de pensionistas… Cientos de movilizaciones que recorren o van a recorrer este otoño-invierno calles y comarcas por toda España.
No tiene ni punto de comparación con las movilizaciones de otros países como las de Bélgica, Austria o Croacia donde se han movilizado por las nuevas restricciones. En España es una movilización obrera y popular contra la ejecución de un proyecto que se arrastra desde la crisis anterior, rediseñado en la cumbre de la oligarquía y el gran capital extranjero convocada por la CEOE en junio de 2020 para descargar los costes de la crisis sobre la gran mayoría de la población. Y cuyas consecuencias, agravadas por la pandemia, están suponiendo el mantenimiento de los recortes, un salto en el saqueo a los bolsillos de los ciudadanos, a las rentas salariales, del campo de los autónomos y de las pymes…
Como muestra un botón: estás últimas semanas hemos visto manifestaciones en defensa de la atención primaria, contra el atraco eléctrico, contra la violencia de género, por que se blinden las pensiones en la constitución. Y no son luchas aisladas, cuentan con el apoyo y el respaldo del conjunto de la sociedad, como pudimos ver en la huelga de los obreros del metal en Cádiz, que han sido respaldadas por los vecinos, trabajadores, pymes. Tanto de Cádiz como del conjunto de España.
Toda esta eclosión de movilizaciones no son nuevas, vienen de los efectos de la crisis económica que recorría la sociedad española. La cual se ha visto complementada por esta nueva crisis sanitaria y social, la cual ha dado un nuevo golpe a una sociedad ya de por sí sacudida. Es mentira que estemos asistiendo a una rebelión generalizada contra las políticas del gobierno. El 70% de los encuestados por el CIS apoya las medidas del gobierno para rebajar la factura de la luz, recortando los beneficios de los monopolios y rebajando el IVA. La gente se rebela contra los recortes, la precariedad, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios que imponen la banca y los monopolios, la deslocalización industrial o los convenios precarios y sin derechos.
Las fuerzas de los recortes, los medios de la derecha y el PP intentan aprovechar unas movilizaciones, que en definitiva son contra ellos, para revolverlas contra el gobierno, pero es mentira. Los obreros del metal de Cádiz por su convenio se han enfrentado con la patronal del sector parapetada tras la reforma laboral de 2012. Al igual que lo están haciendo los trabajadores de numerosas empresas que negocian sus convenios o que luchan contra los ERE, los cierres y deslocalizaciones de empresas, como los trabajadores de la Ford contra el ERE que amenaza empleos. El campo se moviliza contra las empresas que imponen precios de monopolio, como las grandes cadenas de distribución o lecheras como Lactalis; al tiempo que exigen al gobierno que se implique para que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria y que no se paguen precios en el campo por debajo de los costes de producción. En las concentraciones contra la subida de la luz se corean consignas como “Endesa, Iberdrola… roban al pueblo“. Y en los pensionistas, el movimiento social impulsado por la MERP promueve la unidad, independientemente de la posición que tengan ante la reforma, para Blindar las pensiones en la Constitución.
Tenemos un pueblo que está en la lucha contra los recortes y por la ampliación de las libertades democráticas. Hace falta una alternativa basada en la redistribución de la riqueza para poner todos los recursos que tiene el país al servicio de crear riqueza y empleo. Pero sobre todo debemos ser conscientes de que somos un país progresista y luchador, y que cuando decimos “eran cinco o séis” estamos diciendo exactamente lo mismo que los que quieren imponernos los recortes y el saqueo a la población.
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