Solo cien días después del nombramiento de Dritan Abazović para encabezar el gobierno de la joven república balcánica, gracias a una moción de censura contra el primer ministro Zdravko Krivokapić, el parlamento de Montenegro ha aprobado, en una sesión extraordinaria, otra moción de censura contra el gobierno de Abazović.
Por Angelo Nero
Las elecciones del 30 de agosto de 2020, realizadas bajo la situación especial derivada de la pandemia, dejaron un parlamento atomizado, aunque configurado en grandes bloques, reflejo de las tensiones políticas que sacuden a la sociedad montenegrina, desde su independencia, si bien el ganador resultó el heredero de la Liga de los Comunistas Yugoslavos, el oficialista Partido Democrático de los Socialistas de Montenegro (DPS), que en su larga trayectoria ha derivado hacia posturas socialdemócratas, y forma parte de la Internacional Socialista (como el PSOE). A pesar de un fuerte retroceso electoral, dejándose casi diez puntos y seis diputados, el DPS, liderado por el presidente del país, Milo Đukanović, obtuvo un 35% de los votos, y logró 30 escaños -de un parlamento con 81 miembros-, con un mensaje pro-europeísta en la que la prometida integración en la UE era, una vez más, uno de sus reclamos electorales. El DPS, en el poder durante los últimos treinta años, es decir, desde que Montenegro es un estado propio, pese a sus orígenes » socialistas fue el partido que integró al país en la OTAN, en 2017.
La coalición opositora Za budućnost Crne Gore / Por el futuro de Montenegro (ZBCG), liderada por el conservador Frente Democrático, que se opuso al proceso de segregación -aprobado con sólo el 55% de los votos- que, en 2006, separó a la Unión Estatal de Serbia y Montenegro (que a su vez sucediera a lo que quedaba de la República Federal de Yugoslavia, tres años antes), y firme defensora de mantener los lazos con Serbia y, por extensión, con Rusia, y también contraria a la integración en la OTAN, se confirmó como principal fuerza de la oposición. Con el profesor universitario Zdravko Krivokapić a la cabeza, que sería nombrado primer ministro, la ZBCG, obtuvo un 32% de los sufragios, y 27 parlamentarios.
La tercera fuerza, a una distancia considerable del DPS y de la ZBCG, fue otra coalición opositora de centro izquierda, Mir je naša nacija / La paz es nuestra nación (MNN), liderada por Aleksa Bečić, con un 12,5 y 10 escaños. Mientras que la Acción Reformista Unida (URA), obtuvo solo 4 diputados, con un 5,7% de porcentaje, siendo uno de ellos su líder Dritan Abazović. Otros pequeños partidos sumaron otros 10 diputados. Como llegaría este político musulmán y de etnia albanesa a ser nombrado primer ministro de Montenegro el 28 de abril de 2022 es difícil de explicar, aunque en la política de los Balcanes, desde la implosión de la Yugoslavia socialista, parece que todo es posible.
Solo cien días después del nombramiento de Dritan Abazović para encabezar el gobierno de la joven república balcánica, gracias a una moción de censura contra el primer ministro Zdravko Krivokapić, el parlamento de Montenegro ha aprobado, en una sesión extraordinaria, otra moción de censura contra el gobierno de Abazović. En una sesión muy controvertida, con la ausencia de más de un tercio de los diputados, 50 diputados votaron a favor de derribar al gobierno, y solo uno en contra.
“Estoy orgulloso de todo lo que hemos hecho en 100 días. Seremos recordados como el gobierno que duró menos tiempo. Haremos todo lo posible para garantizar que el gobierno que se forme después de las elecciones lleve a Montenegro a la UE.” Declaró tras la votación el primer ministro Dritan Abazović, una afirmación que le ha llevado a ser calificado por los medios occidentales como europeísta, sin disimular que detrás de la caída de su gobierno esté Rusia. El primer ministro saliente también señaló a que la caída de su gobierno está motivada por su lucha contra la corrupción y el crímen organizado.
Hace poco menos de un mes el presidente español viajaba a Podgorica para apoyar su proceso de integración en la Unión Europea, señalando que era el gran ejemplo de integración para los Balcanes Occidentales: “Apostamos por el europeismo. No dejamos pasar desapercibidas las consecuencias de este país por la guerra de Rusia, ya que en España también experimentamos día a día los prejuicios. Por ello quiero subrayar el valor del alineamiento de Montenegro con la UE, que ha sido ejemplar, y compartimos firmes principios.” Parece que las visiones de Pedro Sánchez en política internacional, como hemos visto recientemente en la crisis con Argelia, no son muy afortunadas.
El gobierno montenegrino saliente firmó a principios de agosto un pacto con la Iglesia Ortodoxa Serbia, a pesar de la oposición del DPS, y de los grupos pro-occidentales y nacionalistas que afirman que este acuerdo fortalece las influencias de Belgrado y Moscú. A finales de 2019, con el DPS en el poder todavía, se aprobó la Ley de Libertad Religiosa, para declarar bienes estatales las propiedades de la iglesia, lo que motivó una fuerte contestación social, y la expulsión del gobierno del partido que llevaba 30 años en el poder. Ahora el DPS pretende tomarse la revancha, y asegura que de formar gobierno anulará el acuerdo de Abazović con la Iglesia Ortodoxa Serbia.
El DPS, que había apoyado el gobierno de Abazović hasta ahora, sacó adelante la moción de censura gracias al apoyo de dos partidos socialdemócratas, Partido Socialdemócrata de Montenegro (SD), que tiene 2 diputados, y de una escisión de este, Socialdemócratas de Montenegro (SDP), que tienen 3 actas en el parlamento. También contaron con el apoyo de una de las dos formaciones de la minoría albanesa, de la pequeña formación de centroizquierda Demócratas de Montenegro, y el Partido de Bosnia (BS), que cuenta también con tres diputados.
Montenegro, con 620.000 habitantes, tiene una importante minoría albanesa, en torno al 5% de su población, mientras que los que se identifican como étnicamente serbios son un 30%, y los bosnios un 10%, que residen mayoritariamente en el este del país.
La inmensa mayoría de la población sigue a la Iglesia Ortodoxa Serbia, frente a una minoría que apoya el cisma de la Iglesia Ortodoxa Montenegrina, reconocida solo por las iglesias ortodoxas macedonia y ucraniana.
Otro factor a tener en cuenta, además de la influencia serbia, es la fuerte presencia económica de China, que está detrás de la construcción de la autopista Bar-Boljare, que atraviesa el país, de varios parques eólicos y de la reconstrucción de la central térmica de Pljevlja. La inversión china en Montenegro supera los mil millones de euros. Serbia es el económico más importante de China en los Balcanes.
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