Una historia de amor muy especial

Manuel López Arrabal


En la primavera del año 2010 cayó en mis manos un artículo de prensa donde se decía que “…el capitalismo salvaje es un gran monstruo cuya cabeza es la banca, su corazón las multinacionales y su sangre el capital…”. Posteriormente, en una de las conferencias de Emilio Carrillo titulada “Crisis versus Mutación” le escuché decir que el sistema capitalista ha ido evolucionando desde su aparición en tres etapas bien definidas, asociando un animal representativo a cada una de ellas en función de la voracidad del animal y de las características del sistema, siendo el reptil el animal que mejor representa la última etapa del actual capitalismo.

Todo ello, junto al recuerdo del personaje Frankenstein, me inspiró para escribir una peculiar “historia de amor”, en forma de alegoría, entre dos “criaturas” creadas por nosotros, los seres humanos. Historia que plasmé en el epílogo del libro Glocalismo, cuyos co-autores son Emilio Carrillo y quién esto escribe. Precisamente, en el libro I de Glocalismo se encuentran muy bien desarrolladas las tres etapas antes mencionadas del actual sistema socioeconómico y los tres tipos de animales que simbolizan la evolución del mismo: roedor, felino y reptil.

Pasemos a la historia, que más que una historia es una peculiar visión de la complementariedad de dos sistemas globales socioeconómicos (Capitalismo y Glocalismo) que inevitablemente se irán fusionando hasta convertirse en un nuevo sistema de relaciones humanas más integrador (Sinergismo). Se trata de una ficción utópica que comienza con una exhaustiva descripción del “viejo monstruo RIPO”, apareciendo luego la “hermosa criatura SOLI”, hasta que ambos se “enamoran” (mutan) y se fusionan, dando como resultado, a una única “criatura”, distinta a las anteriores.

El capitalismo neoliberal es el “gran gigante de la globalización”, que a modo de “colosal parásito” de la Tierra, se nutre sólo y exclusivamente del capital que generan los seres humanos consumidores y trabajadores. Este “gigante” crece mucho más rápido a como lo hace el número de miembros de la población mundial, de tal manera que a mayor número de éstos, mucha mayor cantidad de capital necesita el gran monstruo devorador capitalista. De los recursos naturales de la Tierra se obtiene su alimento, siendo sus habitantes humanos los que se lo proporcionan. Al ritmo de crecimiento actual, se necesitarán a finales de este siglo al menos tres planetas como el nuestro para satisfacer sus necesidades. A este ficticio “ser” le voy a asignar el nombre de Ripo en “homenaje” a todos sus creadores y defensores, cuales son los RIcos y POderosos. La fisiología del “gran monstruo capitalista” Ripo podría describirse del modo siguiente:

El “megaparásito terrestre” tiene al igual que sus creadores un cuerpo formado por cabeza, tronco y cuatro extremidades. Posee un sistema digestivo, un sistema circulatorio, un sistema nervioso y un aparato locomotor, siendo su sexo masculino por afinidad al de sus creadores y por desarrollarse dentro de la actual civilización patriarcal.

Para alimentar a tan enorme “bestia”, millones de “microorganismos humanos esclavos” le suministran a cada instante toneladas de recursos naturales que devora con gran ansiedad. Una vez ingerido el alimento, otros “microorganismos humanos esclavos”  se encargan de transformar la materia prima en las fábricas de su enorme estómago para luego pasar a su intestino, lugar que podríamos llamar “el  mercado” por ser la zona donde se produce el metabolismo del intercambio, es decir, los productos elaborados y transportados al mercado son intercambiados por dinero, siendo este el preciado capital que, a modo de sangre, pasa al sistema circulatorio; mientras tanto el gigantesco aparato digestivo produce inmensas cantidades diarias de residuos que contaminan e intoxican a la ya esquilmada “Gran Huesped”: la Madre Tierra.

Por las arterias y venas de Ripo circula su sangre, compuesta por las distintas divisas planetarias, a las que llamamos capital. Bien es verdad, que una buena parte del capital deja de fluir por su torrente sanguíneo debido a su acumulación en determinadas zonas, enquistándose precisamente cuando pasa por las manos de unos pocos “ricos y poderosos microorganismos humanos”, produciendo por tanto a la “criatura” unos enormes tumores de capital estancado. Ese estancamiento impide que el capital llegue a enormes áreas del planeta donde millones de “microorganismos pobres” lo necesitan para sobrevivir, o mejor aún, necesitan que no les exploten por su barata mano de obra, ni les arrebaten los preciados recursos naturales de los lugares donde viven.

La “piel” de la Tierra está habitada por los reinos mineral, vegetal y animal, pero son sus “inteligentes” y preciados hijos, los “microorganismos humanos”, los que con gran poder destructor están provocando graves sufrimientos y calamidades en todo el planeta. El órgano fundamental del sistema circulatorio de Ripo es su corazón, conformándolo la banca internacional, siendo unos pocos “microorganismos financieros” los que con un complejo sistema de finanzas lo hacen latir. Sus manos son las poderosas empresas multinacionales, dirigidas también por unos pocos “microorganismos empresariales” de gran olfato para los grandes negocios. Los enormes pies sobre los que se sustenta lo componen las diversas instituciones internacionales que, gobernadas “democráticamente” por otros “microorganismos políticos”, dirigen sus pasos a través de complejas leyes internacionales.

Luego están los músculos y el esqueleto del protagonista de esta historia, conformados por la mayoría de los “microorganismos humanos”, también llamados “microorganismos consumidores”, los cuales alimentan y dan vida al protagonista de esta historia, participando principalmente en el gran intercambio que ocurre en el intestino de Ripo (el mercado). Por último, en su cabeza hay un pequeño cerebro controlado por la “élite de los microorganismos”, formado por un reducido y selecto grupo de inteligentes y eficientes “microorganismos financieros, empresariales, militares, políticos y religiosos” al servicio de intereses ocultos, privados y egoístas. Esta “élite” es muy poderosa porque controla la gran mayoría de los medios de comunicación del planeta y dispone de las más altas tecnologías, que a modo de sistema nervioso de Ripo, usan para manipular y dirigir a la gran masa de “microorganismos humanos”. Y por si esto no fuera suficiente, también disponen del recurso de la fuerza militar para proteger a su “inconsciente criatura”, siendo además las guerras una de las mejores formas de producción de capital.

En lo más profundo de RIPO, habita la esperanza de que la élite de humanos que lo ha creado, así como la masa de inconscientes que lo alimentan, dejen de usarle para fines estrictamente egoístas. RIPO sabe que tiene los días contados si todos ellos siguen por el mismo camino que hasta ahora. La Tierra y la Humanidad no podrán soportarlo por mucho más tiempo. RIPO, cuya voluntad está totalmente anulada, cuando piensa por sí mismo, podría parecerse al horrible, pero a la vez noble y solitario, monstruo de Frankenstein. Y aunque en sus inicios podía ser controlado y dirigido por sus creadores, ahora RIPO pervive peligrosamente descontrolado y trastornado.

Lo que aún no sabe RIPO es que ya ha nacido una hermosa criatura llamada SOLI, por ser sus creadores las personas SOberanas y LIbres de la Tierra. Aunque SOLI actualmente es una bella infanta, está creciendo muy rápido, tanto como lo hace el número de seres humanos que van despertando y siendo conscientes de su verdadero poder, de su soberanía y de la libertad personal alcanzadas. Si RIPO representa al actual Capitalismo destructivo, SOLI representa al recién nacido Glocalismo constructivista, que además recupera y preserva todo lo que RIPO ha empezado a destruir y erosionar o intenta manipular. Algún día, cuando SOLI haya crecido lo suficiente y se haya convertido en una hermosa criatura de rasgos femeninos, RIPO también habrá decrecido lo suficiente y mejorado su aspecto a través de la actual mutación que está sufriendo. Dada la celeridad de los acontecimientos mundiales actuales, quizás RIPO y SOLI inicien muy pronto una romántica relación de la que emergerán grandes chispas, a modo de fuegos artificiales, pero no precisamente para la celebración de su unión, sino más bien para desaprobarla o impedirla. Y ya sabemos quiénes serán los artífices que se opondrán, pues mucho perderán cuando ambas criaturas empiecen a flirtear y hacer el amor.

Tras un noviazgo que se prevé muy intenso y quizás no muy largo, la prometedora relación amorosa entre RIPO y SOLI culminará con un matrimonio de fusión entre ambos, donde finalmente no podrá distinguirse quién es quién, puesto que habrán dejado de existir por separado y se habrán convertido en un único y nuevo SER. Este nuevo SER, fruto del intenso Amor entre ambas criaturas, podría representar al nuevo sistema de relaciones humanas que reinará durante la Era de Acuario: el Sinergismo. El neurólogo francés Henri Laborit define el sinergismo de la siguiente forma:

“Si en un organismo vivo (la Tierra) no existen jerarquías, es decir, no existe relación de dominio, es porque cada célula (cada Ser Humano), cada órgano (cada pueblo o comunidad), cada sistema (cada nación), realiza una función cuya finalidad es participar en la conservación de la estructura del conjunto (la Tierra), sin la cual ningún nivel de organización, del más simple al más complejo, podría sobrevivir”

Si el Capitalismo nació de una prolongada civilización patriarcal y el Glocalismo está emergiendo de una reinventada civilización matriarcal, el Sinergismo surgirá en algún momento futuro de forma progresiva y natural, cuando los dos sistemas de los dos tipos de civilización se hayan compensado mutuamente hasta alcanzar el perfecto equilibrio. Esto ocurrirá únicamente cuando el aspecto femenino de la Humanidad, por tanto tiempo reprimido, explotado y minusvalorado, se alce y florezca glorioso no solo a través de todas las mujeres sino también a través de la mayoría de los hombres y, todo ello, durante el tiempo que sea necesario para el correcto crecimiento y desarrollo de la nueva civilización humana.

Con estos ficticios “seres”, lo que pretendo es hacer ver que de todos nosotros depende que SOLI crezca lo suficientemente rápido para atraer y seducir a tiempo al inconsciente y destructivo RIPO. Pero antes de que las dos criaturas se conozcan también podemos hacer que RIPO decrezca, sane de sus tumores y tome una forma humana, para que ambos se atraigan mutuamente y puedan coexistir muy pronto en armonía y equilibrio al servicio de sus creadores: los seres humanos. Para que todo esto sea posible, es necesario que muchos de nosotros descubramos y ejercitemos libremente nuestra Soberanía Individual, enfocándola hacia la construcción de un nuevo modelo global de relación entre iguales. El marco legal para la creación de dicho modelo, donde temporalmente RIPO y SOLI coexistirían, podría ser, por ejemplo, el establecido por las tres Cartas Universales: la Carta Universal de los Derechos Humanos, la Carta de la Tierra y la Carta Universal de las Comunidades Autosuficientes. Ésta última, además, puede servir de referencia a todas las comunidades, aldeas, localidades e incluso ciudades que deseen orientarse hacia la Autosuficiencia Comunitaria.

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