Por José Antonio Martín Acosta
Un mal obrero ensucia el mundo
Atrapado en la trampa de lo diverso
Se cree merecedor de cuanto desea
Incapaz de saciar su apetito de consumo
Su voraz necesidad de ser incluido
Entre aquellos que detesta
Un mal obrero ensucia el mundo
Limita a sus hermanos y hermanas
A ser un número más en los estantes
Las fábricas cerradas
Las ordalías del sacrificio personal
Engaño de estómagos agradecidos
Sutileza del mercado
Para destruir lo común
Y atrapar conciencias
Un mal obrero ensucia el mundo
Lo describe con desesperanza
Deja de luchar y se arrima al árbol equivocado
Se echa a la calle para defender al amo
Y no sabe que ya es un buen esclavo
Un mal obrero ensucia el mundo
Deja un charco de lodoEn las oficinas
Busca migas de pan en la cola del paro
Acecha a los que se sienten clase obrera
Y dice ser de clase media
Un mal obrero ensucia el mundo
Sus huellas son el camino
Por donde transcurre la miseria.
Bravo José Antonio Martín, muy bueno y mucha verdad en tus palabras. Se puede decir más alto pero no más claro. Fantástico