La extrema derecha ha hecho de la Historia uno de sus medios de Guerra Cultural para desgastar los valores democráticos.
Por Lucio Martínez Pereda
Según noticia recogida estos días por varios medios, el Partido Popular del presidente Mañueco ha respaldado este miércoles en las Cortes de Castilla y León un recurso de Vox que vulnerará la Ley de Memoria Democrática, y lo hará declarando Bien de Interés Cultural 190 elementos de propaganda franquista que aún existen distribuidos por las 9 provincias de Castilla y León.
La extrema derecha ha hecho de la Historia uno de sus medios de Guerra Cultural para desgastar los valores democráticos. Quieren volver a los antiguos relatos nacionales decimonónicos basados únicamente en los éxitos de los poderosos y expulsar de él a los dominados y a las víctimas , si acaso presentándolos como daños colaterales necesarios para que las naciones conquistaran territorios, adquieran riqueza, e impusieran sus culturas y formas de gobierno.
Son relatos históricos sesgados que -pese a las diferentes circunstancias nacionales que los singularizan- buscan todos producir el mismo objetivo político en el presente: desprestigiar los logros sociales y los derechos conseguidos por las democracias tras la II Guerra Mundial.
Este problema -común a toda la extrema derecha europea- se acrecienta en España con un factor propio añadido: la batalla cultural de la ultraderecha contra la memoria democrática, y con sus consiguientes intentos institucionales por mantener los símbolos de la propaganda fascista que después de tantos años aún se extienden por todo el país.
En este caso, quieren que Castilla y León funcione como laboratorio de ensayo de posteriores intentos para conseguir que la ocupacion memorialista del espacio público con los antiguos símbolos del franquismo, no se considere una muestra de propaganda política de la dictadura sino un bien cultural e histórico, patrimonio de la toda la sociedad.
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