Todas las flechas del caso Kitchen señalan al expresidente del Gobierno.
Javier F. Ferrero
Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno, tuvo la oportunidad de responder en el Congreso de los Diputados a las preguntas que el juez Manuel García Castellón no le ha querido hacer sobre la operación Kitchen. Sin embargo, lo esperado: Rajoy señala que desconoce por completo la operación orquestada alto nivel del Ministerio del Interior para beneficiar al partido que él lideraba mientras era presidente del Gobierno.
Anticorrupción ha recurrido ante la Sala de lo Penal el cierre de la investigación decretado por el juez a finales de julio ya que considera que hay muchas pistas en un grupo de personas y que todas apuntan a Rajoy. Una de estas personas, la principal, es el excomisario Villarejo Pérez, que ya ha señalado a Rajoy como conocedor de la operación presuntamente ilegal, ha declarado que se interesó por ella puntualmente y que la fomentó. De momento no se ha querido investigar si el número de teléfono móvil facilitado por Villarejo con el que señaló que informaba a Rajoy del espionaje a Luis Bárcenas estaba en el poder del expresidente.
Jorge Fernández Díaz, el ministro del Gobierno de Rajoy, supuestamente formaba un núcleo de amigos íntimos del presidente y que, según la tesis del juez, habría actuado por su cuenta, sin ni siquiera informar al que además era su superior. El escrito con el que Fernández Díaz recurre su procesamiento señala al Partido Popular como el origen de una posible operación Kitchen porque es en Génova donde estaban los principales perjudicados por Bárcenas.
Otra de las flechas que señala a Rajoy es Francisco Martínez. Desde su teléfono, Martínez escribió un mensaje a Silverio Nieto, fontanero de la Conferencia Episcopal y persona del círculo de influencia del Ministerio del Interior durante el último mandato del PP. Nieto reenvió ese mensaje al comisario Enrique García Castaño y este se lo entregó al juez. En mensaje, de enero de 2020, era el siguiente: Martínez escribió a Nieto: “La defensa mañana exige entregar en el juzgado las actas notariales en las que constan los mensajes recibidos a lo largo de 2013 y 2014 con instrucciones muy claras y explícitas sobre los supuestos “operativos policiales» de las que trata todo esto (cuya legalidad siempre me pareció clarísima) y que necesariamente conllevarán la citación de Jorge y probablemente de Rajoy».
El 5 de junio de 2019, Martínez envió otro mensaje en el que se dirige al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro. «Mi grandísimo error fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal», escribió el ex secretario de Estado de Seguridad. En ese momento ya había sido publicado que el juez Manuel García-Castellón le iba a citar como imputado en el caso Kitchen.
Sin embargo, Martínez evitó al declarar responsabilizar a sus superiores y negó haber coordinado el operativo parapolicial, como señalan por el contrario otros investigados. Ante la comisión de investigación, Martínez volvió a retractarse: «En un momento en el que yo estaba roto se dicen cosas así de un amigo, de un familiar…”
Anticorrupción hace una descripción muy clara de la actitud del juez García Castellón respecto María Dolores de Cospedal y recuerda que, “inexplicablemente”, no le preguntó a Martínez en su declaración por las afirmaciones en la que decía que ella conocía todo el operativo. Asimismo, reprocha al juez la “clamorosa preterición de aquellas fuentes documentales que reflejan su participación de un manera directa y material en Kitchen” y que apuntan a Cospedal.
Pero lo cierto es que la exnúmero dos del PP se reunió al menos ocho veces con Villarejo, según confesó su jefe de Gabinete. De igual manera, su marido, Ignacio López del Hierro, también fue imputado y después exculpado por García Castellón. En una conversación que forma parte del sumario le confirma a Villarejo que Cospedal ha informado a Rajoy del encuentro con el comisario y que el presidente del PP ha dado su visto bueno. Pide que al menos se le paguen “los gastos”, se entiende que por los “trabajos puntuales” que en pleno caso Gürtel. En una anotación del diario de Villarejo, aparecen unos supuestos pagos del jefe de gabinete de Cospedal, 150.000 euros, que habría abonado la secretaria general al excomisario.
También el presidente de La Razón y consejero de Atresmedia, Mauricio Casals, señala a Rajoy. Según declaró en la Audiencia Nacional y ante la comisión de investigación del Congreso el comisario Enrique García Castaño. «Villarejo, en el conjunto de todos los asuntos en que participaba, siempre hacía llegar las informaciones que tenía al presidente del Gobierno a través de un intermediario», señaló García Castaño. Ese «contacto fundamental» era Mauricio Casals, añadió el policía. Villarejo asegura que Casals era uno de sus intermediarios con el entonces presidente del Gobierno.
La última de las flechas es el abogado Javier Iglesias, habitual en oscuras maniobras que tienen al PP y a los tribunales como protagonistas: «Se colige que en realidad se trataría de una operación encaminada a la localización de documentos y archivos comprometedores con dirigentes del Partido Popular, la cual habría tenido un resultado positivo y estaría coordinada por el entonces secretario de Estado de Seguridad (con conocimiento de El Asturiano y El Largo) sin que exista constancia hasta el momento de que el material incautado haya sido obtenido en el procedimiento judicial”. Villarejo y sus interlocutores identifican en varias conversaciones a El Largo como su contacto con Mariano Rajoy cuando éste era presidente del Gobierno.
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