Por Joan Jordi Anbentí:
«Un Venezuela en España es imposible. No va a ocurrir. En Islandia gobierna la Izquierda y no veo que se parezca al país latino. En una región alemana donde gobierna la Izquierda tampoco. Y en Portugal, nuestros vecinos, gobierna el Partido Socialista con Comunistas y Ecologistas, y todavía menos, de hecho están avanzando en los derechos tanto sociales y económicos».
Prohibido ver lo evidente. Esta suerte de sentencia encontrada en un mural callejero le viene como anillo al dedo a todo aquel que ignora la continua agresión económica que viene sufriendo Venezuela en los últimos años. Se puede legítimamente estar a favor o en contra de las decisiones económicas tomadas por el presidente Nicolás Maduro.
«Tras los resultados electorales, el gobierno venezolano debe realizar una correcta interpretación de los mismos, la victoria en la Constituyente no supone ni mucho menos un cheque en blanco para el gobierno de Nicolás Maduro, sino que muy por el contrario, se presenta como un mandato, un voto de confianza del pueblo venezolano con su gobierno, para lograr poner fin a una situación de guerra económica y violencia realmente insostenible para el conjunto de la población.»
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