La región de Transnistria -cuya población es mayoritariamente rusa y ucraniana- ha cobrado protagonismo en las últimas semanas por su vínculo con el Gobierno ruso y su importante posición geoestratégica.
Muchas personas en Transnistria también comparten un sentimiento de nostalgia por la Unión Soviética, al menos por las décadas de 1970 y 1980. La gente recuerda esta época como un período en el que había al menos un sentido de comunidad.
«Oficialmente, Transnistria sigue siendo parte de Moldavia (ningún país ha reconocido su independencia), pero en los papeles la república separatista se constituyó efectivamente como una nueva nación».