Si uno mira los intereses involucrados, el asunto es obvio. EE.UU ha sido el gran beneficiado del sabotaje al Nord Stream. Washington ha logrado su objetivo final: la separación definitiva de Europa de Rusia.
Rusia tiene datos que ya son públicos sobre las circunstancias de cuándo y cómo fueron plantadas las cargas explosivas sobre los dos gasoductos Nord Stream.
Según el profesor de economía de la Universidad de Columbia, Jeffrey Sachs, existen evidencias de que helicópteros militares estadounidenses que tienen su base en Gdansk, estaban sobrevolando la zona.