Desde el 7 de octubre, el gobierno francés ha intentado censurar y criminalizar los discursos y las protestas a favor de Palestina en nombre de la lucha contra el antisemitismo y el terrorismo. La represión
En las últimas semanas los jueces han dictado 1.278 sentencias, y en casi todos los casos (95%) han sancionado a los condenados en relación con las protestas: 1.056 personas han sido condenadas a prisión.
Los medios de comunicación del stablishment han aprovechado las protestas por los confinamientos por el Covid para potenciar su narrativa contra China.
En Reino Unido, la avalancha de arrestos contra manifestantes republicanos a raíz de la muerte de Isabel II ha sido descrita como “un insulto a la democracia” y un abuso de la ley.