Tanto, su masividad y tenacidad, como su determinación y duración y, sobre todo, su excepcional unidad demuestran que no se trata de una movilización como las habituales.
Sin un salario y un empleo dignos no podremos tener unas pensiones dignas. Hay que decir basta a los convenios que no aseguran el empleo y no incrementan los salarios ajustados a la inflación.
La Confederación General del Trabajo (CGT) denuncia en un comunicado que la reforma que prepara el gobierno PSOE-UP dejará las pensiones en manos de los mercados financieros.
En esta época no se lleva el gusto por lo colectivo, los impuestos progresivos y la redistribución de la riqueza. Así que ¡viva la moda de lo privado, los impuestos regresivos y la concentración de la riqueza.
El acoso que viene padeciendo la Seguridad Social desde los 80 no tenía razón de ser, eso sí, ahora con la próxima irrupción de la generación baby boomer a la jubilación la cosa cambia.