¿Quién decide quién es terrorista?
El caso de Bin Laden ya se ha repetido en la historia de las amistades/enemistades de los servicios secretos de Estados Unidos. Varios de sus “luchadores por la libertad”, como Sadam Hussein durante la guerra de Iraq-Iran, Noriega en Panamá o Montesinos en Perú, pasaron a convertirse en terroristas perseguidos sin cambiar un ápice su ideología.