opinión
Los privilegios ad libitum y la democracia
En la gestión de gobierno se suele escribir el término “ad libitum” en la redacción de decretos del Consejo de Ministros, los cuales se diferencian de las leyes por no pasar por las distintas cámaras que componen al poder legislativo. Es decir que un decreto es algo que ordena el presidente porque así lo desea o considera oportuno. El gobierno de Mariano Rajoy hizo gala de los Decretos Ley de los viernes, luego de la reunión ministerial. El parlamento fue anulado de facto. Esa fue una gestión “ad libitum”.
El coronavirus como excusa
Para este eminente virólogo, de la poca o mucha mortandad del coronavirus no hay que preocuparse, puesto que de algo hay que morir y por qué no de un contagio por este pernicioso patógeno. Se podría desprender que la Sanidad estaría para los caprichosos que se empeñen vivir cuantos más años mejor o tuviese los recursos económicos suficientes como para costearse una sanidad privada.
El regreso de Podemos a la república, quizás
Iglesias se ha dado cuenta de dos cosas: la primera, que es el momento de parar la sangría de los electores más republicanos, léase anticapitalistas, por ejemplo; y la segunda que, en cambio, para el funcionamiento interno de Podemos, una vez conquistadas las posiciones ministeriales, no cabe otra que distanciarse de la militancia, estableciendo una relación más parecida a la monárquica.
El coronavirus nuestro de cada día.
¿Por qué a este monstruo de medio pelo se le está dando tanta importancia, cuando se trata de un organismo que no tiene la potencia de contagio que tienen otros de sus congéneres como el Sarampión, que ha matado 6.000 personas el año pasado y el Ébola más de 2.000 en 16 meses del año pasado? ¿Por qué tantas portadas con esta pandemia de chicha y nabo que parece el Apocalipsis de la Humanidad? ¿Qué nos ocultan detrás de toda esta cortina de humo y cuarentenas y mascarillas agotadas?