La Segunda Internacional quería que se vigilasen bien las agencias de navegación, las oficinas de inmigración y las compañías ferroviarias para evitar abusos y que la emigración se organizara en beneficio de estas empresas.
el hecho de emigrar a países lejanos era una forma más de protesta. Bien es cierto que el trabajador sería explotado en el país de acogida, pero allí no sufriría la mordaza que se padecía en España, siempre en opinión de Plaza.
En un país de unos 11 millones de habitantes, la estimación del número de migrantes haitianos que residen en la República Dominicana oscila entre 500 000 y 1 millón.
Cientos de refugiados y solicitantes de asilo, sin importar el sexo, ni la edad, apenas son apresados, son subidos a autobuses con destino a las fronteras con Argelia o Libia.
Cada vez más migrantes han buscado la ruta Níger-Libia tras la caída del Estado libio en 2011 y la represión en la frontera hispano-marroquí de Melilla y Ceuta.
Podríamos decir que Wagenknecht camina sobre una delgada línea. Sin embargo, también se desvía peligrosamente del rumbo, legitimando los temas de conversación de la derecha copiándolos e inflándolos.
Marruecos culpable, España responsable, es una definición clara de nuestras vidas, y aunque España siga sin reconocer a la RASD, también sigue sin reconocer a las miles de personas que dejó con documentación española,