Josefina Manresa Mahuenda, algo más que la pasión de Miguel Hernández
Cuando Miguel falleció a Josefina se le hundió el mundo, pero aprendió a revivirle en sus textos y en sus recuerdos. Su vida se convirtió en una lucha constante por mantener viva la memoria de su esposo. En un baúl que heredó de su madre, donde guardaba la ropa de cama, fue depositando los manuscritos que le entregaron algunos compañeros de la cárcel