La farsa tras la cortina continúa. Cuando la banca cierra la ventanilla y sale corriendo, aparece el banco central tratando de poner algún parche y pulsa las teclas del ordenador para crear cantidades ingentes de dinero
Competimos para satisfacer sus sueños, para ver quién les ofrece plena libertad para especular y máxima protección al especulador, menos impuestos a los ricos y libertad para que el dinero se mueva entre paraísos fiscales ocultando la identidad del propietario
Defendemos la libertad de expresión y queremos que ellos, aunque sean pocos, puedan decir lo que quieran, sean cuales sean los intereses que tengan detrás. Ellos también defienden la libertad de expresión a capa y espada: la suya, no la nuestra.