Entrevistamos a Karlos Zurutuza, periodista y autor de «Tierra Adentro», un relato cargado de matices y detalles que quedan fuera de la cobertura mediática tradicional.
en lugar de interceptar directamente a los migrantes que viajan en barco hacia Europa, la Unión Europea ha subcontratado el trabajo sucio a la Guardia Costera libia.
Según el equipo de rescate, todos murieron de sed, después de haberse quedado varados en pleno desierto, tras la rotura del vehículo, con el que aspiraban llegar a alguno de los puertos libios, para desde allí saltar a Europa.
La vergüenza de Libia, en la que miles de hombres y mujeres sufren un verdadero infierno, es posible gracias a esa Europa que mira a cámara y habla de derechos humanos en Ucrania, sin pestañear.
Ya nadie sabe que sucede en Etiopía, a nadie le importa esa pústula que es Darfur, el corazón sangrante de Sudán, donde entre el desastre humanitario y el exterminio de sus pobladores, apuntan a superar el récord ya establecido de los 300 mil muertos.
El 20 de octubre, en la ciudad costera de Sirte, una turba envalentonada por la acción previa de la OTAN linchó a Muammar Gadafi sin que hubiese un juicio de por medio y para regocijo de la mayoría de lideres occidentales.