Tras haber destruido lo que quedaba de Palestina, Israel ha abierto el segundo escenario hacia la concreción de ese Gran Israel, e iniciado la mayor operación contra el Líbano, desde la invasión de 2006.
La reputación de Nasrallah se disparó durante la guerra de 33 días con Israel en 2006, que terminó con la retirada de Israel del sur del Líbano tras sufrir grandes pérdidas.
Podemos hablar de Palestina, Líbano, Mali, Sudán…, mujeres secuestradas por el ejército y violadas o sometidas a matrimonio forzoso en países en guerra, o silenciadas y sin derechos como es el caso en Afganistán.
Aunque Israel no ha aceptado oficialmente ser responsable del crimen, nadie duda de su autoría, como tampoco de que el Consejo de Seguridad de la ONU no actuará de forma contundente contra la entidad sionista.
La centralidad de su metodología es la lucha armada y la defensa de la comunidad chiíta -marginada y humillada-, la causa palestina, la lucha contra Israel y Occidente, y manifestando la lealtad al Líder Supremo iraní, Ruhollah Jomeini.