Todos los casos de tortura, que se han producido muchos, no solamente en Euskalherria, también en Galiza con los presos independentistas, con la gente del PCE (r), han quedado impunes
Los presos que hoy están condenados por su pertenencia a ETA no son presos sociales, han entrado en una organización determinada por convicciones políticas, por lo que se puede hablar, perfectamente, de presos de convicciones políticas.