En poco más de mes y medio, Ginés y Gonga consiguieron cubrir los gastos mínimos para poder rodar gracias al apoyo de decenas de personas de todo el territorio español.
Twitter es el lugar donde cualquier cosa que no coincida con su relato hará que varios perfiles de fascistas sin foto ni nombre reales hagan con sus mantras acto de presencia, que no de inteligencia.
La sociedad española actual tiene el derecho a saber qué personas, familias y empresas colaboraron con el fascismo, amasando gracias a esto su fortuna desde entonces y son ricas actualmente.
Nuestra lucha por los derechos, la democracia y la libertad es sólida, constante y a nosotros “ni nos domaron ni nos doblaron, ni nos van a domesticar”.
No olvidemos que la extrema derecha logra que su discurso cale entre la gente más joven, aunque son muchas y muchos más jóvenes quienes tienen claros el antifascismo, la lucha y la defensa de los derechos humanos.
Que todas las familias sientan dolor no significa que “todas las víctimas eran iguales”, que una familia republicana sintiera miedo de contar su dolor en la dictadura y que una familia franquista no contara su pasado a sus descendientes no significa que “todas las víctimas merecen reparación”.