Artículos

Espíritus libres de Ámsterdam

Un millón de estacas de madera, de entre siete y treinta metros de altura, tuvieron que enterrar en el suelo para construir diques y presas. Todos los brazos eran pocos: hombres y mujeres trabajaron durante años, ayudados por animales de carga. Hay pinturas que reflejan el descomunal esfuerzo realizado, pero la prueba más tangible es un zapato recuperado entre el fango. En el corazón de la ciudad, en la Plaza de Dam, desemboca el primero. Y llamaron Amstel-Dam (dique de Amstel) al poblado.

Fernando Salgado

1936

“O don de prender no pasado a faísca da esperanza tan só lle é dado ao historiador perfectamente convencido de que tan sequera os mortos están seguros se o inimigo vence. E o inimigo nunca cesou de vencer”, advertía Dionisio Pereira

Fernando Salgado

Un can contoume unha historia (de secuestros, revolucións e naufraxios)

Camiño da década dos noventa do século XX, o mar encheuse de barcos con novas bandeiras de países descoñecidos, algúns deles sen mar. Os seus donos eran a nova xeración de piratas, que inscribiron as compañías en paraísos fiscais onde os homes son considerados recursos humanos e os direitos laborais non existen.

Armenia

¿Quién se acuerda?

Allí también está el recuerdo de los combatientes que encontraron refugio en Musa Dagh y repelieron a los invasores, protagonizando una heroica resistencia que concluyó cuando comprendieron que Armenia había sido abandonada y ningún gobierno iba a acudir en ayuda de un país secundario en el mapa de la geopolítica mundial y se vieron obligados a huir.

Armenia

La Columna de Gavazan

Un lavabo de plástico, una hamaca… Todo ofrece una imagen de fragilidad y uno se pregunta cómo se las arreglará en invierno, cuando el termómetro marque diez grados bajo cero, o cuando la lluvia caiga con fuerza.  Y de nuevo se repite la lección: aquellos que poco tienen no dudan en repartirlo entre los demás. Aquel hombre discreto y humilde, con aire de místico y anacoreta, nos llena los bolsillos de fruta.