La desmesurada presencia de la droga en Galiza arrebató la vida a decenas de jóvenes nacidos en los años setenta, una auténtica generación perdida entre la inercia de un desastre que muy pocos vieron venir.
Carla es una joven de barrio corriente y a la vez peculiar. Una “detective” como cualquiera podría serlo e identificarse con ella: va atando cabos de su sociedad y su época, entre crítica y con humor, en clave de parodia.