La exhibición de simbología fascista, la persecución a las minorías del país o la caza y ejecución del opositor comunista o «prorruso», se convirtió en una constante en el nuevo gobierno de Kiev.
La llegada del invierno, la crisis energética, la inflación y la venidera recesión económica en Europa están generando una creciente presión en varios países del continente para cerrar el conflicto en Ucrania de una manera diplomática y no militar.
En la segunda semana de noviembre hubo huelgas nacionales en Grecia, Bélgica y Francia, con demandas de aumentos salariales acordes con la inflación. Por Proletären
El papel belicista de la Alianza Atlántica en el actual conflicto de Ucrania, lejos de asegurar la seguridad de la zona, no deja de ser un enorme negocio de venta de armas principalmente para el mercado americano.