El nuevo líder del SNP ha asumido toda la responsabilidad en la catástrofe y ha declarado,“Tengo que aceptar que no hemos logrado convencer a la gente de la urgencia de la independencia en esta campaña electoral.»
Los manifestantes han teñido de azul Glasgow con banderas, paraguas y carteles con mensajes que llamaban a poner fin al dominio de Londres, pero también contra la monarquía británica.
Las encuestas sugieren que si el apoyo a la independencia alcanza el 60% o más y se mantiene durante un período sostenido, entonces el gobierno del Reino Unido no podrá negar un segundo referendo indefinidamente.
“A nosa voz non pode e non será silenciada”, ratificou a líder escocesa, que avanzou que a resolución do Supremo leva Escocia cara a unha loita «máis fundamental, sobre se temos o dereito democrático básico a elixir o noso futuro».