A pocos días de las elecciones, la única continuidad que presentan las encuestas presidenciales de los últimos tres meses es la persistencia de un líder indiscutido: los indecisos.
No hay forma de entender el resultado electoral si no es mirando por el retrovisor. Ecuador lleva varios años sumido en un estado de confusión e incertidumbre tal que no resulta fácil ordenar ideológicamente el amplio abanico de candidaturas.
Es hora de actuar con cabeza y con el corazón, trabajar para la ciudadanía en general y no solo para unos pocos ricos de este país, no tener miedo a gobernar para todos los españoles.