en las elecciones al Parlamento de Galicia de 2020, cada voto de quienes depositaron su confianza en el PP tuvo un valor que, a los efectos legales para los que se había depositado en las urnas, fue un 9% y un 18% mayor que el de los votantes del BNG y del PSdeG-PSOE.
Recibido el mensaje, de repente recuerdo que tanto Pablo Iglesias como los líderes actuales de Podemos están pronunciando la palabra «república» cada día mil veces más, es un decir, que las veces en que la pronunciaron durante la anterior legislatura, cuando tocaban gobierno.
No me extrañaría que el propio Feijoo y sus seguidores terminen asumiendo el fracaso y reconociendo que lo de la humillación es un problema suyo personal, y que sean ellos mismos quienes acaben pidiendo a catalanes y vascos que se larguen.
Le propongo a usted que se convierta en el mismo rey mago que quizás tenga que ser dentro de nada y juzgue los grados de culpabilidad y vulnerabilidad de otros cuatro dúos que también nos han venido a la cabeza tras la Nochevieja del muñeco de Ferraz.
Si está leyendo esto una persona española, quedará convencida de su condición de «disminuida» o «discapacitada» desde que acabó la guerra, aunque hayan cambiado las leyes que nos ordenan.
En cualquier caso, resulta de lo más cutre que alguien como Felipe VI insista tanto a favor del texto legal que garantiza su forma de vida, incluidos los privilegios que le permiten robar, violar y matar impunemente, por poner solo tres ejemplos.
