La Corte Suprema de los EE.UU restringió el derecho a huelga de los trabajadores al permitir que las empresas demanden a los sindicatos por supuestos “daños” causados por los huelguistas.
Es probable que la legislación antihuelgas del gobierno tory, ampliamente condenada, ponga a Gran Bretaña en violación de la Convención Europea de Derechos Humanos.
El sentido de las huelgas, tanto de las pasadas, como de las actuales o de las venideras, no es otro que rebelarse contra la amenaza latente de perecer bajo el yugo del capital.
Los sindicatos británicos denuncian que el gobierno encabezado por la primera ministra Liz Truss tiene planes para frenar el derecho a huelga de los trabajadores.