Eran tiempos de lucha, y el socialismo, al incorporar entre sus postulados la defensa de los derechos de la mujer, al incorporarla en un plano de igualdad con el hombre, estaba acelerando el advenimiento de la sociedad del porvenir.
El Partido Socialista Obrero Español fue protagonista indiscutible de la historia del antimilitarismo español desde la Guerra de Cuba hasta la Gran Guerra.
Las mujeres socialistas y organizadas habían secundado claramente las acciones del Partido Socialista, demostrando su trabajo en cuestiones como la entrega de un manifesto de solidaridad a las mujeres belgas, entregado en la Embajada de Bélgica en Madrid.
De muchas de las funciones, principalmente de las rondas, acompañamientos y guardias podían verse libres los alguaciles si contaban con la oportuna licencia.