España, reino del fundamentalismo
La cobertura divina que se apropió de la España Imperial, prosiguió con la España Franquista. Desde esta red presuntamente ética, se solventaron las atrocidades cometidas y se dieron refugio a los asesinos dentro de las criptas, para preservarlos de la acción de la justicia universal. La religión justificó el enriquecimiento y administró la beneficencia. El fundamentalismo se enriqueció y cubrió de privilegios en materia económica, política, educativa y judicial.