Carrero Blanco había sido pieza clave en el nombramiento del príncipe Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias como sucesor de Franco en la Jefatura del Estado, que, siguiendo la Ley de Sucesión de 1947, ratificaron las Cortes franquistas el 22 de julio de 1969.