Uno de los efectos impactantes de la pandemia es cómo se nos ha reducido el planeta. Hoy echamos una mirada desconfiada hacia continentes lejanos y cerramos fronteras locales y personales para evitar contagiarnos de sus mismas dolorosas experiencias.
Golpes de Estado, manifestaciones ciudadanas reprimidas con las feroces técnicas de contrainsurgenciaasí como estallidos de violencia cada vez más intensos, conforman el paisaje político actual en Latinoamérica.