En solo tres meses ha destituido a dos ministros y causado indignación dentro y fuera de Brasil al alentar al Ejército a que conmemorara el golpe de Estado de 1964 o haber afirmado, nada menos, que “no hay duda de que el nazismo fue un movimiento de izquierdas”.
El pasado 8 de diciembre se realizó en Foz de Iguazú (Brasil) la primera Cumbre Conservadora de las Américas, que reunió a varios representantes de la derecha y la extrema derecha de la región.
Esos profesionales que dicen estar aterrorizados por el auge del fascismo, por las actuaciones de personajes como Trump, Bolsonaro, Orbán, Kurz o Salvini, sin embargo son incapaces de titular que estos pertenecen a partidos fascistas y lo suavizan con el eufemismo de “extremistas”.
Me extraña vuestra sorpresa. Lo reconozco, casi me conmueve que de repente os hayáis despertado con el miedo de la amenaza fascista en vuestros televisores. No creo que hiciese falta que La Sexta, Jot Down o El País dijesen que la cosa comenzaba a pintar negra para que algo os sonase raro.