Mientras los combates se intensifican en el estado de Shan, en otras regiones de los diferentes frentes se siguen encendiendo. Rebeldes avanzan hacia, Mawlamyaing, la tercera ciudad del país.
En el caso de Myanmar los militares nunca han necesitado justificar ni ocultar sus campañas genocidas por fines políticos, ni a nivel nacional, ni internacional.
El Movimiento de Desobediencia Civil constituye, como se ha visto, el principal marco de coordinación de la resistencia en la llanura central. Surgió, casi instantáneamente, gracias a la experiencia acumulada de las anteriores luchas contra la dictadura.
El objetivo del ejército no era conquistar el poder, ya lo tenía, sino volver a monopolizarlo, ya que Aung San Suu Kyi amenazó con investigar los casos de corrupción y llevó su ventaja más allá de lo que el ejército estaba dispuesto a aceptar.
La crisis ucraniana, parece estar replicando también en el sudeste asiático, ya que la junta militar que gobierna Birmania estaría respaldada por China y Rusia, lo que está llevando a la región un particular interés por parte de occidente.
Para la permanencia del régimen birmano es indispensable quebrar la piedra angular de este bloque opositor, por lo que ha redoblado sus esfuerzos en la derrota de la guerrilla kachin.
Durante la ofensiva militar, las tropas del ejército golpearon y arrestaron a los aldeanos y saquearon sus propiedades, y tras su retirada se encontraron los cuerpos torturados y quemados de decenas de civiles.