El aumento en la popularidad del gobierno está directamente vinculado a la percepción del electorado de una mejora en el escenario económico del país. Según el sondeo, el 34% cree que la economía brasileña ha mejorado en los últimos 12 meses.
Con la derrota de Bolsonaro en las urnas en octubre de 2022 y la vuelta de Lula a la presidencia, el gobierno electo decidió retomar varias de las políticas públicas abandonadas por Temer y su sucesor con el fin de dar batalla a la situación de hambre presente en el país.
las masacres en barrios populosos de la zona metropolitana, atribuidas a los Cascos Azules, tuvieron como fin desmembrar organizaciones sociales y la desmovilización popular para romper los lazos comunitarios.